Paralizan la obra de Trinitarias 3 meses después del inicio

H.J.
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El proyecto de ejecución no estaba aprobado y Patrimonio tendrá que revisar el caso por estar en el entorno protegido de un Bien Cultural

Los trabajos que se han dejado a medias ya permitían vislumbrar el nuevo volumen en la plaza de Santa Teresa. - Foto: Valdivielso

La antigua casa del capellán de las Trinitarias, en la plaza de Santa Teresa, se ha convertido en un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento de Burgos. Se trata de una obra aparentemente sencilla, en un pequeño edificio que se iba a rehabilitar para construir 5 apartamentos, pero su presencia en un entorno tan visible, asomada al centro histórico y por tanto protegida, ha acabado torciendo un expediente en el que se advierten demasiadas lagunas.

La semana pasada figuraba en el orden del día de la Comisión de Licencias, en su apartado de obras de nueva planta, el «proyecto básico y de ejecución para rehabilitación de edificio de viviendas del capellán del convento de Religiosas Trinitarias». Llama la atención que pretendiera aprobarse algo que lleva en marcha desde finales de junio, cuando se hicieron evidentes los primeros trabajos. Efectivamente, acabó siendo retirado de la reunión y no llegó a votarse. Un día antes el Consistorio había emitido una orden de paralización de los trabajos «porque tenían el proyecto de ejecución presentado pero no aprobado», según explica el concejal de Licencias, Daniel Garabito.

Preguntado sobre por qué se han permitido unas obras evidentes pese a no tener todos los permisos, asegura que «se hicieron requerimientos verbales» apelando a la «buena fe» de la constructora, pero era tan obvio que no cumplían con ellos que han acabado actuando por la vía ejecutiva.

Momento de inicio del derribo del antiguo inmueble, a finales de junio. Momento de inicio del derribo del antiguo inmueble, a finales de junio. - Foto: Patricia

Curiosamente ese mismo lunes 28 de septiembre, el jefe de servicio también firmó la orden de remitir el expediente a la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León para que informe sobre una actuación que afecta al entorno de un Bien de Interés Cultural. 

La petición a Patrimonio se debe a la desaparición de la fachada del edificio, que contaba con protección en el Plan especial del Centro Histórico y que sin embargo fue derribada a primeros de agosto con el visto bueno de los técnicos municipales, aunque no certificaron por escrito este permiso hasta el 10 de septiembre.

Posible sanción. Según alegó la empresa, un deslizamiento de tierras ponía en peligro la integridad de este frontal y, a la vista de la imposibilidad de sostenerla en pie y dado su escaso valor, la administración municipal admitió que se tirase. Ahora, sin embargo, con la fachada ya perdida y el resto del inmueble demolido, el entendimiento entre Ayuntamiento y constructora se ha roto aunque Garabito no quiere hablar todavía de las previsibles sanciones que puedan aplicarse. «No sé cómo lo considerará jurídicamente el servicio», se limita a apuntar el concejal.

A la espera de ver cómo se pronuncia Patrimonio, que a mediados de septiembre ya informó favorablemente sobre los trabajos arqueológicos al no haberse producido hallazgos importantes, y de si hay expediente sancionador y cómo se resuelve, por ahora los trabajos de construcción se han esfumado de la céntrica plaza de Santa Teresa. 

La obra iba a permitir la ejecución de 5 pisos de entre 40 y 80 metros cuadrados y tenía un presupuesto de algo más de 250.000 euros, pero de momento tardará en hacerse realidad. Seguirá como un ejemplo más de actuaciones polémicas en el centro histórico y recordando casos cercanos en el tiempo como el del antiguo colegio Niño Jesús, donde también desapareció una fachada protegida.