El proxeneta más buscado y una chica del pornógrafo Torbe

F.L.D.
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Los dos principales procesados por la red de explotación sexual en pisos de Burgos captaban, presuntamente, a mujeres bajo engaños y aprovechándose de su vulnerabilidad

El proxeneta más buscado y una chica del pornógrafo Torbe, los principales procesados por la red que prostituía a mujeres en pisos de Burgos. - Foto: EFE

El nombre de Ignacio Allende, conocido como 'Torbe', saltó a la portada de todos los noticieros en 2016. Este productor de cine para adultos fue detenido por trata de seres humanos, blanqueo de capitales y pornografía infantil (posteriormente se sobreseyó la causa por los dos primeros delitos). Esta operación policial tocó de refilón la llevada a cabo por la Policía Nacional en Burgos meses antes. Y es que una de las arrestadas en la investigación por explotación sexual en pisos de la capital, E.M.R., era socia del pornógrafo y también había sido actriz de algunas de sus películas. El otro acusado, M.H.D., uno de los mayores proxenetas de España, según las investigaciones, cogió la costumbre de captar mujeres a través de los videochats del también actor madrileño.   

E.M.R. fue, según se desprende de las diligencias del caso, una chica que se inició en el porno de la mano de Torbe. Juntos realizaron varias películas en las que practicaban relaciones sexuales y posteriormente se asociaron para llevar a cabo varios negocios de la industria del cine X. La mujer, que se enfrenta a 98 años y medio de prisión, figuraba como administradora de las empresas Videochat Erótico, Alquilarelax o Productora Porno. 

La producción de algunos contenidos propició la conexión con otro acusado de explotación sexual y abusos en Burgos, M.H.D., un gallego de 39 años que la policía considera uno de los mayores proxenetas de España. Y es que sobre él pesan numerosos antecedentes por hechos similares a los que enjuiciará la Audiencia Provincial, así como requisitorias por juzgados de todo el país. Tras una operación posterior, un juez le mandó a prisión provisional. 

Antes de asociarse con E.M.R., solía captar a través de los videochats a chicas a las que posteriormente proponía prostituirse. En Burgos, lo hacía a través de anuncios que publicaba en algunas páginas eróticas. Según declaró a la Policía tras su arresto, decidió instalarse en la capital burgalesa por estar muy bien ubicada para sus negocios. Sin embargo, antes había estado en Valladolid, Palencia o Madrid. 

Sus víctimas, según consta en el escrito del Ministerio Fiscal, relataron cómo tras captarlas trataba de convencerlas aprovechándose de su vulnerabilidad. A veces, con unas tácticas ciertamente peculiares. Las ofrecía dinero por rasurarlas el pubis, las prometía grandes cantidades de dinero por grabar escenas eróticas o, incluso, llegó a ofertar un trabajo en una peluquería que nunca llegó a abrir. En uno de los pisos registrados, los investigadores encontraron un 'decálogo' sobre cómo tenían que comportarse las chicas con los clientes.