«Antes del covid pensamos que el Camino podía morir de éxito»

H. JIMÉNEZ
-

ENTREVISTA | Jesús Aguirre lleva 13 años al frente de los casi 600 socios del colectivo jacobeo. Por eso reclama «un recambio generacional» aunque admite que el relevo no es tarea sencilla «pues nadie quiere un cargo que también es una carga»

«Antes del covid pensamos que el Camino podía morir de éxito»

La asociación burgalesa de Amigos del Camino cumple 35 años desde su creación en 1987 «cuando el Camino no lo conocía casi nadie», tal y como reconoce su propio presidente. Este verano la ruta jacobea resurge definitivamente de sus cenizas tras el bajón de la pandemia, que borró de un plumazo la evocadora escena de los peregrinos cruzando de oeste a este la provincia de Burgos. Ahora vuelve con fuerzas, aunque todavía no con las mismas que en 2019, aupada además por la prolongación del Año Santo Compostelano que se ha prolongado a lo largo de todo este ejercicio y que siempre supone un tirón adicional.

Anunció usted en 2016 que quería dejar el cargo al año siguiente. Y aquí sigue...
Lo digo en todas las asambleas, que alguien coja el relevo. Nuestros mandatos son de cuatro años y siempre pongo mi cargo a disposición. Pero nadie se quiere presentar de los cerca de 600 socios que somos. Yo amo el Camino, pero el cansancio hace mella y estaría encantado de que hubiera una renovación aunque con garantías para que continúe la labor que estamos poniendo en funcionamiento. 

¿Qué dicen sus cifras en cuanto a afluencia de peregrinos? ¿Estamos en un verano de récord?
Tenemos recuperación pero no equiparación a las cifras precovid. En 2019 igual fueron 28.000 peregrinos los que pernoctaron en nuestro albergue. Aunque no todos los peregrinos se quedan en el albergue, y últimamente menos. 2020 fue un año nefasto para todo, 2021 ya era Año Santo porque la fiesta del apóstol caía en domingo y se vio un resurgir, pero nos quedamos en 8.000. Ahora hemos cerrado julio con alrededor de 10.000 los peregrinos que ya han pasado por aquí, pero nos queda agosto y septiembre que es un mes muy fuerte. El Camino está iniciando el despegue, pero ojo porque antes de la pandemia llegamos a pensar que podía morir de éxito ante la afluencia de peregrinos, creo que ahora eso se ha depurado y hemos vuelto a la idea de un camino de retrospección, de profundizar en lo que nos ha pasado a todos. Yo estimo que el final de año rondará los 16.000, ya me daría yo con un canto en los dientes si así fuera. Mucha gente opta por otro tipo de albergues, no quieren estar compartiendo dormitorios, se quedan en hoteles, hostales, pisos turísticos… cada uno es muy libre de elegir.

¿A usted eso qué le parece? ¿Pierde su esencia el Camino con este tipo de peregrinos?
Yo lo admito, es una oferta que ahí está. El alojamiento no marca el Camino. Lo más tradicional es compartir espacios con el resto de peregrinos, pero en algunas localidades pequeñas no hay disponibilidad y todos tenemos un estigma tras la pandemia de que no queremos compartir tanto y preferimos un establecimiento separados por si acaso. Las opciones son múltiples y lo que importa es el sentido del Camino, qué le motiva a cada uno. Desde la época medieval la esencia es una peregrinación, con la tumba de Compostela como meta, pero otros lo hacen por razones patrimoniales, históricas o culturales. A mí lo que no me gusta es el turisteo.

Pero el Camino es una fuente de turismo y de riqueza. ¿Le chirría que se le considere al peregrino como un mero turista que deja dinero?
A ver, es que estamos hablando de localidades que se habrían quedado sin población si no fuera por el Camino. Eso me parece perfecto. Pero yo me refiero al peregrino que solo busca las comodidades, porque esto es algo más. Es como la vida, hay que superar obstáculos. Evidentemente el peregrino consume y gasta, pero no es lo mismo que un turista. No es un 'turigrino'. Como los últimos 100 kilómetros a Santiago, que se han convertido en una romería de moda, y desde luego la Federación del Camino de Santiago Francés se ha mostrado en contra de esta masificación. Porque si en Burgos este año tendremos 30.000 y en León 40.000 igual en Santiago obtienen la Compostela 400.000. Me da mucha pena que la gente se pierda tantos sitios por medio.

El peregrino gasta y consume. Esto está perfecto, pero no debe convertirse en un 'turigrino'»

Los otros caminos, ¿le hacen temer a ustedes que el Camino Francés corra cierto peligro? Hace unas semanas en Burgos el presidente de la Asociación Camino Francés, Miguel Pérez, dijo que «si todo es Camino de Santiago, en España no tendremos Camino de Santiago».
Cada uno es muy libre de hacer la ruta que quiera para ir a Santiago. La primera declaración de Patrimonio Mundial fue la del Francés, ampliada en 2015 de una forma que a mí no me parece muy correcta al Camino Primitivo, que puede tener su razón histórica, al Camino Lebaniego, al Camino del Norte que va vadeando montañas y ríos y finalmente al Camino Vasco del Interior, que yo me quedo perplejo cuando desaparece al llegar al límite de la provincia de Burgos y deja de ser BIC porque mediante un bypass se dirige a La Rioja. Hay caminos por todos los sitios. Lo ves y dices: «bueno, a ver, hay que tener una fundamentación histórica para discernir qué Camino es el más importante». Y sin lugar a dudas el gran río al que confluye el resto de afluentes es el Francés.

¿Sienten una falta de promoción pública, tras la explosión del Xacobeo 93 y la sucesión de años santos que dejan de tener su 'exclusividad'? ¿Se da por hecho que el Camino funciona solo?
En parte es esto último. Por inercia se considera que el Camino funciona solo. La Asociación hace muchas actividades, la Fundación VIII Centenario también ha hecho promoción del Camino en un año muy especial, pero evidentemente no estamos en el año 93 cuando Manuel Fraga, con una gran visión de futuro, lanzó la marca del Xacobeo. A la creación de asociaciones se fueron sumando las instituciones, llegó la declaración de Patrimonio Mundial, el Premio Príncipe de Asturias, la Federación de Municipios del Camino… y ahora son las comunidades autónomas las que encabezan el consejo jacobeo por encima de la sociedad civil, que fuimos los gestantes de esta promoción.

Hemos hablado en infinidad de ocasiones de la señalización del Camino en la capital burgalesa. ¿Cómo está actualmente?
Se colocaron 39 peregrinos pintados por artistas burgaleses y diseñados por Cristino Díez en colaboración con el VIII Centenario a lo largo de su configuración histórica. Va a ser una actuación temporal. Pero la señalética permanente, si usted se va por la provincia, está bastante bien. La Junta hizo un esfuerzo hace unos años y puso unas señales que el que no lo vea está ciego. En la ciudad adolece un poco de una señalización adecuada. Porque el Camino va por donde va, tiene una declaración BIC y un trazado. Vamos poco a poco haciendo cosas. El paso de la avenida de Cantabria, demandado ampliamente, se ha arreglado. Ahora vendrá el arreglo del pavimento de la calle Fernán González, la actuación en el arco de San Martín… pero la señalización es más que necesaria porque mucha ruta entra por la ruta de Fuentes Blancas que no vamos a obviar, y luego resulta que no saben cómo salir hasta que ven las agujas de la Catedral. Los polígonos son cansinos, aquí y en todos los sitios, se podían mejorar las entradas en Burgos, pero muchos que van por el río se pierden el recorrido urbano desde la calle San Juan. Nosotros todos los años repasamos la señalización con la fecha amarilla.

¿Se ha podido reconducir su relación con el Ayuntamiento tras el problema de 2020 por el retraso de los pagos del convenio?
Sí, se ha reconducido. Hay buena voluntad, hay diálogo y a veces los trámites burocráticos ralentizan excesivamente. La administración debe ser más eficaz y más resolutiva, pero hemos visto una buena disposición por parte de todo el Ayuntamiento y en concreto del equipo de Gobierno. La concejala de Cultura, Rosario Pérez Pardo, nos apoyó en su momento y el alcalde también. Nosotros todos los años presentamos nuestras cuentas y si algún año sobra algo procede reinvertir en las propias instalaciones, porque también necesitan mejorar continuamente.

En aquel momento ustedes llegaron a plantear que el Ayuntamiento sufrague directamente el albergue y que la Asociación se limite a la gestión. ¿Siguen en este punto?
No, no se puede. Tenemos que gestionarlo nosotros y después presentar esa dación de cuentas mediante un convenio anual. 

Puede y debe haber una mejora de la señalización en la ciudad» 

¿Y cómo están sus finanzas? ¿El albergue es autosuficiente?
Ahora mismo sí. E insisto en que si procede invertir en mejoras se hará, siempre nos quedaremos con saldo cero.

¿Qué mejoras tienen en mente?
Pues hay muchas. Cambio de ventanas, los baños tienen mucho uso y deterioro. Me gustaría cambiar, si la Comisión de Patrimonio lo autoriza, la carpintería de la fachada principal que da a Fernán González porque no ajustan bien las ventanas y no guardan la insonoridad. Todos los años pintamos las instalaciones.

¿Ha envejecido bien el edificio del albergue, una actuación arquitectónica emblemática en su día?
Es del 8/8/2008, así que tiene ya 14 años, y hemos tenido que mejorar muchas cosas. Por ejemplo, las duchas eran de pladur y no tenían plato. Muchas paredes hemos tenido que tocarlas porque se venían abajo. Es un edificio muy bonito, arquitectónicamente premiado, la restauración de una vieja casa de mercaderes del siglo XVI fue muy importante, pero todo necesita reparaciones.

¿Son necesarios más albergues públicos, en la ciudad o en la provincia?
Yo creo que la oferta está ya bastante cubierta. Hay albergues municipales, de la iglesia que también tienen hospitaleros voluntarios, y albergues privados que han hecho una inversión importante con magníficas instalaciones. Muchos cerraron con la pandemia y por suerte se han recuperado.

La creación de un centro de recepción en Gamonal ya no tiene sentido. La bifurcación por Fuentes Blancas ha quitado mucho paso» 

¿Cuántos hospitaleros voluntarios tienen ustedes actualmente?
Ronda los 20 o 25. Es una tarea que supone una carga física y mental porque aquí hay que estar día y noche.

Y han tenido ustedes varios sustos y conflictos, algunos serios.
Bueno, siempre hay cuestiones complicadas, hay de todo pero la inmensa mayoría es respetuosa.

Hubo un episodio preocupante de desprendimientos en San Antón de Castrojeriz. ¿Lo considera una advertencia sobre el estado de conservación de los monumentos del Camino y la dificultad de gestionar un bien patrimonial tan gigantesco que mide cientos de kilómetros?
El Camino está plagado de monumentos así que tiene un riquísimo patrimonio. ¿A quién le corresponde la conservación? Está claro que al propietario, sea la iglesia o quien sea. Ahí hablamos de un espacio que es propiedad de la Fundación de San Antón y estamos en un tira y afloja de a quién corresponde la conservación de los monumentos.

¿Y les preocupa algún caso concreto de un monumento en peligro?
Bueno, en San Juan de Ortega hubo una actuación emblemática y ahora ya está en una condición muy aceptable, por lo menos la iglesia. Otra cosa es que se le dé uso al resto del complejo del que se habla y se habla pero no se llega a concretar nada. Sí que habría que dar un toque sobre el antiguo eremitorio de San Félix de Oca, esas ruinas evocadoras.

Donde se supone que están los restos de Diego Porcelos.
Diego Rodríguez Porcelos, que parece que fue muerto en Cornudilla y enterrado en el monasterio de San Félix, en Auca. Lo que queda está en condiciones bastante mejorables, por decir algo. 

Hay que dar un toque de atención sobre el estado de conservación del eremitorio de San Félix de Oca»

¿Y en el ámbito municipal, algo que reclamar al Ayuntamiento de Burgos?
Puede y debe haber una mejora de la señalización, más aún cuando desaparezcan las figuras de los peregrinos y las lleven a partir de diciembre a otras partes de la provincia. Podrían señalizarse también dónde estaban los antiguos hospitales, indicar su historia en alguna losa y conformar una ruta del Burgos Jacobeo. Hay tanto que contar…

Se habló de crear un centro de recepción de peregrinos en el antiguo pueblo de Gamonal y allí tampoco se ha hecho porque en su lugar está el 'mini ayuntamiento'.
Ya no lo consideramos idóneo. Allí no. Ahora está mejor donde está, el que tiene la Fundación junto a la Catedral, en la calle Asunción de Nuestra Señora. Tiene que estar en pleno centro porque allí pueden dejar las mochilas, tienen baños… ¿Cuántos peregrinos pasan por Gamonal? La bifurcación de Fuentes Blancas ha quitado mucho. Por dar alguna idea, sería precioso hacer un centro de interpretación del Camino en el Monasterio de San Juan.