Una muestra en el MEH recuerda la historia de los gladiadores

DB
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La exposición 'Muerte en la arena. Gladiadores' exhibe seis estelas funerarias del Museo Arqueológico de Córdoba y varios elementos de ajuares funerarios. Se podrá visitar hasta el otoño

Una muestra en el MEH recuerda la historia de los gladiadores - Foto: Patricia González

El Museo de la Evolución Humana ha presentado este martes la exposición 'Muerte en la arena. Gladiadores de Córdoba', que se podrá ver hasta el próximo otoño de forma gratuita en la planta primera del MEH. La presentación de esta exposición, que se realiza en colaboración con el Museo Arqueológico de Córdoba, ha corrido a cargo de Mar Sancho, viceconsejera de Acción Cultural de la Consejería de Cultura y de Juan Luis Arsuaga, director científico del Museo y comisario de la exposición.

El núcleo de la muestra, que también ha sido comisariada por María Dolores Baena, directora del Museo Arqueológico de Córdoba, lo componen seis estelas y lápidas funerarias de otros tantos gladiadores pertenecientes a la colección del museo andaluz y que se exponen por primera vez fuera de sus instalaciones. Estas estelas, de piedra caliza o mármol, contienen inscripciones que cuentan el historial de los fallecidos como gladiadores y proceden de la necrópolis de 'Colonia patricia Corduba', una de las áreas funerarias más extensas de la Córdoba romana, situada a lo largo de una de las salidas de la ciudad hacia Hispalis. 

En 'Corduba', capital de la Bética, se ha recuperado cerca del 8% de las tumbas de gladiadores conocidas en Hispania y es la ciudad romana con más elementos de este tipo después de la propia Roma. Además, la muestra exhibe reproducciones del equipamiento de estos gladiadores como escudos, cascos, puñales o grebas cedidos por la Asociación Cultural Emérita Antigua.

En otro apartado de la exposición se pueden ver vitrinas con ajuares funerarios de los gladiadores, piezas que se solían enterrar junto a los difuntos u otras que proceden de los ritos funerarios, como es el caso de varias lucernas del siglo I d.C. Las lucernas eran pequeños utensilios utilizados masivamente por los romanos para sus actividades rituales. El ritual funerario era más o menos complejo en función del grupo social al que se perteneciera. Junto a ellas se exponen ungüentarios de cerámica, una urna funeraria de cerámica, una varilla de bronce, un amuleto fálico, un fragmento de una máscara de arcilla, un biberón de cerámica, además de cuentas esféricas, vasos, cuencos y tazas. Todas estas piezas han sido cedidas por el Museo Arqueológico de Córdoba y pertenecen al Alto Imperio (siglo I y II). 

Todos estos elementos ayudarán a entender una profesión de la que tenemos conocimiento sobre todo por fuentes escritas y epitafios. De acuerdo con la legislación romana, este oficio acarreaba el estigma de infamia, pero, al mismo tiempo, fue adorado por la sociedad romana, considerando que los juegos gladiatorios eran un modelo para enseñar virtudes tan apreciadas como el valor, la disciplina o la aceptación de la muerte.

La exposición contextualiza el nacimiento de esta profesión desde su origen, en el siglo IV a.C., cuando se celebraban los combates para honrar la memoria de un fallecido, hasta que se convirtiera en el espectáculo público preferido en la época imperial. Los gladiadores eran, en muchos casos, personajes populares y famosos que despertaban pasiones en todas las capas de la población romana. Tal era su importancia, qué personajes destacados dedicaban gran cantidad de dinero a financiar estas luchas en la arena, de tal forma que acabaron convirtiéndose en una plataforma de promoción política y en una poderosa arma de control social.