«Eso de que somos un filial y no se nos exige, conmigo no va»

MÓNICA PURAS (SPC)
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Tania Güemes Villahoz acaparó los focos en el fútbol femenino burgalés durante más de década y media como jugadora del Nuestra Señora de Belén. La exinternacional Sub-17, dirige actualmente al Burgos CF de la Liga Gonalpi

«Eso de que somos un filial y no se nos exige, conmigo no va» - Foto: FOTO: luis lópez araico

Tania Güemes (Burgos, 1991) acaparó los focos en el fútbol femenino burgalés durante más de década y media como jugadora del Nuestra Señora de Belén (actual Burgos CF). Sus buenos dones con y sin el balón hicieron, que pese a comenzar con una 'avanzada edad' de 14 años, enseguida fuera convocada por la selección de Castilla y León, donde los ojeadores no tardaron en ver que apuntaba maneras y hasta en cinco ocasiones recibió la llamada del seleccionador nacional y entrenó en Las Rozas, pero nunca debutó en un partido oficial debido a una lesión de tobillo y a los estudios. En 2017 'cuelga las botas' y toma el mando en el banquillo del Burgos Promesas 2000 femenino de Segunda Regional, donde el pasado curso consiguió el ascenso a Primera Regional, categoría en la que milita actualmente con el Burgos CF.  

Lo suyo es una carrera meteórica, ¿de jugar en el colegio a ser convocada por la selección nacional?
Jugaba en el colegio Liceo Castilla al fútbol sala y al voleibol. Mi padre me hizo elegir y futbolísticamente no se me daba mal. A los dos años me llamaron de la selección nacional tras ser convocada varias veces con la regional. 

Por qué siempre ha jugado en Burgos, ¿no le han tentado otros equipos?
Tuve ofertas desde el Parquesol y Logroño que yo supiera, pero siempre me vi un poco limitada para dar el paso. 

Sin embargo, fue una de las pioneras en formarse en campus en el extranjero, ¿no?
Estuve un verano en Boston y también en Inglaterra. Hubo universidades que me hicieron ofertas y de eso sí me arrepiento. Boston daba un valor excepcional al deporte no así en España. Te hacían sentir importante. 

¿Y en Burgos se valora al fútbol femenino?
Ahora con la fusión del Burgos CF, sí. Carolina Goicoechea tiene todo el mérito por haber conseguido lo que hoy es el Burgos CFy al César lo que es del César. Había que aprovechar las sinergias que te da un club como el Burgos CF. Indudablemente hay camino por recorrer, pero hay menos deficiencias.

Natalia Arroyo me parece una entrenadora brutal. Seguro que será seleccionadora absoluta»

¿Se había planteado alguna vez ser entrenadora?
No. Fue una casualidad. Un día con Naiara prestamos ayuda en el Mariano Gaspar y ahí empezó mi curiosidad.

¿Por qué decide colgar las botas si aún tenía fútbol?
Fue un cúmulo de cosas. Quizás más extradeportivas. Ya lo dije en una entrevista que me hicieron hace 16 años, que si algún día no disfrutaba con el fútbol, abandonaría. El fallecimiento de mi padre me marcó mucho y a nivel futbolístico era vital y no tener esa representación fue bastante duro. Reconozco que igual no fue la mejor manera de dejarlo, pero al final tomé esa decisión.  

¿Ha vuelto a recuperar la ilusión en el banquillo?
Sí. El año pasado vivimos una temporada muy bonita y pensé que iba a ser muy difícil repetir sobre todo las sensaciones, pero el otro día comenté que me veía reflejada en las jugadoras. Lo que hacemos tiene un significado y merece la pena. Las jugadoras te lo agradecen y mañana al final es con lo que te quedas porque el fútbol es muy injusto muchas veces.

¿Cómo ve lo de feminizar tanto el fútbol?
Un error absoluto. Si el más cualificado es hombre, adelante, y si es mujer, igual. Hay grandísimos entrenadores en el fútbol femenino como Alberto Toril en el Madrid, Jonatan Giráldez en el Barça, y, por supuesto Natalia Arroyo, que me parece una entrenadora brutal en la Real Sociedad. Será seleccionadora absoluta, seguro. 

¿Qué mensaje siempre transmite a sus jugadoras?
Intento que no tengan los mismos errores que yo. Que no paren de correr. Me gusta que sean intensas, atrevidas, valientes y se intenten divertir. Y que valoren el proceso, yo soy muy de valorar todos los procesos.

Me gusta que mis jugadoras sean intensas, atrevidas y se diviertan. Soy muy de valorar todos los procesos»

¿Cómo se define como entrenadora? 
Me gusta estar muy pendiente de todo, quizás a veces en exceso. Soy muy competitiva. Eso de que como somos un filial nadie nos exige... conmigo no va. No somos un filial para llevar el escudo del Burgos y ponernos las medallas para debutar en el primer equipo. Estamos para competir, hacerlo bien y los resultados así lo están reflejando. 

¿Qué destaca de su plantilla? 
Es un grupo humano muy bueno dentro y fuera del campo. Reina la sintonía.  

¿Cuándo disfrutó de verdad como futbolista? 
Siempre, pero sobre todo cuando iba convocada con la selección de Castilla y León. También cuando empatamos a cero con el Tacón, el antiguo Real Madrid, y haber compartido plantilla en el Nuestra Señora de Belén con jugadoras como Marta Charle, ahora en el Deportivo.  

Como técnico admira a... 
Carlos Aguilera y Natalia Arroyo.

¿Qué metas tiene? 
Seguir creciendo, ir más arriba. Poder entrenar a la selección de Castilla y León de chicos o chicas. 

En Boston me tentaron universidades para quedarme. Allí daban un valor excepcional al deporte»