Su imponente esqueleto se puede ver desde la misma entrada del Museo de la Evolución Humana, pese a que está ubicado en la última planta. Sus dimensiones son tales que permite hacerse una idea del por qué de esa parte mística y de leyenda que rodea a un animal que habitó el planeta hace millones de años, pero llegó a convivir con neandertales y sapiens. Además, tal y como esta mañana ha avanzado el director científico del MEH, Juan Luis Arsuaga, no se trata de un animal que vivió en Siberia y de que aquí nada se supo, sino que habitó estos lares "en la última glaciación, cuando Castilla era una estepa terrorífica, fría y seca, con un clima similar al desierto de Gobi".
Por cortesía de la Fundación La Caixa, este ejemplar que apareció hace seis años en Siberia (concretamente en Tiumén) se podrá ver en Burgos hasta junio del año que viene. Es un esqueleto completo de un ejemplar joven, que mide seis metros de largo por 3,5 de alto y que tiene entre 40.000 y 50.000 años de antigüedad. Prácticamente todos los huesos son originales y del mismo ejemplar, lo que le da al esqueleto un enorme valor. El animal cuenta con sus defensas completas y en la exposición se puede ver también una maqueta de mamut, a escala, propiedad del museo CosmoCaixa Barcelona, una reproducción realizada por el paleoartista Ramón López y que permite observar al animal con su pelaje y complexión.
Con este esqueleto como eje central, la exposición 'Un mamut en Burgos' indaga en la vida de estos animales que aparecieron en la tierra hace unos cinco millones de años y que se extinguieron hace unos cuatro milenios debido a su aislamiento y a diversas enfermedades. En la muestra se explica el contexto de la época de las glaciaciones y los cambios en la fauna que conllevaron, permitiendo que animales de clima frío vinieran a la península ibérica, llegando incluso hasta el sur de España (en Granada existe uno de los yacimientos más importantes de mamuts, donde han aparecido esqueletos en abundancia). Estas migraciones han sido confirmadas con la aparición de fósiles de mamut lanudo en otros yacimientos españoles.
Los mamuts son conocidos como los reyes de la Edad de Hielo, por ello, la muestra sumerge al visitante en el mundo de la última glaciación, explicando cómo eran aquellos paisajes glaciales del Pleistoceno que un día habitaron los mamuts junto con otras grandes especies adaptadas al clima frío como los rinocerontes lanudos o los renos. El visitante conocerá el bioma en el que se desarrollaba el mamut, así como la tundra y su extensión, que llegó desde el norte del continente al sur de Europa.
Igualmente se presentan los principales yacimientos de la Península Ibérica en los que han aparecido restos de mamuts. Esta gran expansión territorial se tradujo en que el mamut pasó a ser un elemento de expresión artística más y fue representado en múltiples cuevas, incluidas las del norte de España.
Por último, cabe recordar que uno de los yacimientos de Atapuerca se llama Sima del Elefante porque se han hallado allí restos de un antepasado del mamut lanudo.
A la presentación de la exposición ha acudido el consejero de Cultura de la Junta, Gonzalo Santonja, de Vox.