La instalación de una cubierta en San Juan se retrasa. Aunque se anunció que en junio estaría convocado el concurso para cubrir el monasterio, lo cierto es que aún quedan flecos para que se convierta en realidad el proyecto, que hoy presenta el alcalde,Javier Lacalle.
En mayo se obtuLvo la declaración de excepcionalidad por parte del Ayuntamiento y se volvió a remitir para su estudio a la Comisión Territorial de Patrimonio, que había realizado una serie de sugerencias. Después, los informes técnicos necesarios para realizar modificaciones en los accesos y abrir una puerta de emergencia en el muro que da a la calle Calzadas han retrasado el proceso.
El concejal de Cultura, Fernando Gómez, explica que, tras la aprobación del proyecto por los diferentes órganos municipales, se podrá empezar a elaborar el pliego de condiciones. «Va un poco retrasado. Ha sido necesario pedir varios informes a los bomberos porque cambia un poco la configuración y hay que abrir una puerta de emergencia», apuntó. Gómez espera que sea en septiembre, a más tardar, cuando esté elaborado el pliego y así resolver el concurso antes de final de año. La duración de los trabajos es de 6 meses, de modo que se estaría en plazo para justificar las obras antes de final de 2015, al contar con un 80% de financiación de fondos europeos Urban. Cuesta 1,9 millones de euros.
La cubierta será de madera, acero y vidrio. Tendrá forma de plano para adaptarse a la espadaña y a las ruinas. Se eleva en su parte central evocando la diferencia de altura de las antiguas naves y una capilla situada a la izquierda de la nave principal. Como el inmueble está enclavado en el Plan Especial del Centro Histórico (PECH) la actuación debe ser respetuosa. La principal novedad está en los accesos. El actual, en la fachada principal bajo la torre, será el que se utilice para entrar en la zona que quede cubierta, mientras que al Museo Marceliano Santa María, la sala de exposiciones, la sala capitular y el claustro se entrará directamente por otra puerta situada también en la fachada principal y hasta ahora cerrada. De este modo, se garantizan aperturas independientes de ambos espacios en función de las necesidades de uso. También se habilitará una salida de emergencia, obligatoria en actos con público, en un arco cegado del muro que da a Calzadas.
Aprovechando la colocación de la cubierta, se consolidarán y limpiarán las ruinas, aunque no presentan patologías graves, y se repondrán las partes deterioradas del pavimento.
Cuando culmine la obra, la ciudad contará con un espacio cubierto para ferias y actos culturales.No estará cerrado herméticamente ni calefactado. Tampoco tendrá butacas, pero sí iluminación para actos nocturnos.