Pronto llegará el verano. Antes de darnos cuenta nos metemos en fiestas. Nada se sabe aún de los festejos taurinos. ¿La plaza de toros cumplirá con la normativa y legalidad? Tras 20 años, ahora hay una sentencia judicial en contra. Dado el retraso de verificaciones, alegaciones… ¿habrá toros? 

En otras ferias y ciudades se saben los carteles con antelación, lo cual crea interés y expectación. Aquí, enredados unos y otros en la legalización del coso taurino, los carteles de toros y toreros se conocen muy tarde.  A veces lo sabemos con muy pocos días de antelación. Incluso algún año, de tres matadores, se cambiaron dos a ultimísima hora. Aquí se soporta todo, aunque no sea ni educado ni correcto. Y todo esto, en el caso de que el asunto vaya por su camino y pueda reabrirse el coso taurino. ¿Quién le pone el cascabel al gato con unas elecciones por medio? 

Desde febrero del año pasado, con el espectáculo de recortadores, la plaza de toros no se ha reabierto. En las últimas fiestas arandinas no hubo toros. Pareció importar poco al empresario, quizás porque, incluso, le pudo venir bien el paréntesis al tener intereses en otras plazas. Esta plaza es de su propiedad y ha hecho con los espectáculos cuanto ha querido. Porque dispone de toros, que son suyos y que incluso, a veces, hasta han salido sin divisa.

¿Aquel año, cuando se rompieron los cuernos de varios ejemplares, estaban los toros sin vitaminar? Hubo, incluso, que meter un camión en el ruedo al no haber más animales en los corrales. También dispone de toreros, porque siempre los hay en final de temporada para completar carteles.

Las buenas razones, o excusas, ofrecidas por el Ayuntamiento en su día para justificar la ausencia de toros, tampoco convencieron a casi nadie. ¿Tras veinte años sin normalizar este lío hay algún partido en las próximas elecciones que proponga 'coger el toro por los cuernos'?