El examen es de los más complicados, pero el Mirandés se aferra a Anduva y a la solvencia que ha mostrado cuando ha jugado delante de su público. Con la tranquilidad que le da contar con 7 puntos con respecto al descenso pese a tener un partido menos, el cuadro rojillo afronta el choque ante el Eibar -Anduva, 21,00 horas-, líder de la categoría, sin complejos.

Los armeros llegan a Miranda en un gran estado de forma y después de ganar sus últimos cuatro encuentros ligueros. El conjunto vasco es uno de los gallitos de la Liga SmartBank, un aspirante a todo que se quiere sacar la espina de lo sucedido la pasada campaña, en la que, contra todo pronóstico, se quedó sin ascenso.

El Mirandés sabe que necesitará de su mejor versión, esa que ha mostrado en muchos de sus encuentros como local. Su nivel de confianza es muy alto y una vez superados los agobios clasificatorios mira hacia arriba convencido de que si hoy hace bien las cosas tendrá opciones de que los puntos se queden en casa.

Enfrente estará un rival sobrio, sólido, con las ideas muy claras y jugadores con una enorme experiencia y calidad. El Eibar es capaz de adaptarse a cualquier tipo de partido. Puede tener el balón y dominar, utiliza el juego directo si así lo requiere el partido y también ha mostrado un alto nivel defensivo y en los últimos cuatro encuentros ninguno de sus rivales ha logrado perforar la portería de Luca Zidane (...).

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