El turismo rural crece un 50% pero da síntomas de saturación

I.P.
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Los alojamientos de la provincia recibieron el año pasado a 107.175 viajeros, quedándose a 2.950 del año 2019. Las pernoctaciones crecieron un 47,80% y sitúan a Burgos en el noveno puesto del ranking nacional

Una de las 'joyas' de la casa rural que Raquel Tajadura y su marido han abierto en Tardajos. - Foto: Jesús J. Matías

El turismo rural despegó en la provincia de Burgos durante el año 2022. con cifras que se acercan a las de prepandemia, y que van consolidando un sector económico cada vez más implantado en el medio rural. Con los datos bajo mínimos en 2020 y creciendo en 2021, el año pasado se puede considerar el de la recuperación; «la gente tenía muchas ganas de salir, dejar atrás la covid y juntarse con familiares y amigos», explica Ana Peña, presidenta de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural (Turalbur).  

Las cifras le dan la razón. Así, en 2022, los alojamientos rurales de la provincia recibieron un total de 107.175 viajeros, de ellos 96.500 nacionales y 10.675 extranjeros, lo que supone un incremento del 50,6% respecto al año 2021, cuando los viajeros totales fueron 71.188. Cabe destacar la recuperación de los turistas de otros países, aunque aún están lejos de los que ocupaban las casa rurales burgalesas antes de la pandemia.

Si el número de viajeros no dejó de crecer el año pasado, el de pernoctaciones ha tenido también un importante aumento, con un total de 246.374, de las que 229.661 correspondieron a estancias de españoles y 16.713, a extranjeros, con una media de 2,4 días. Burgos fue la segunda provincia que más creció en 2022 respecto a 2021, con un 48% más, por detrás de Segovia. Estos datos de permanencia en los alojamientos rurales sitúan a la provincia de Burgos en tercer lugar del turismo regional, detrás de Ávila y Segovia, y en el noveno puesto del ranking nacional, que está encabezado por Málaga. 

La mayor ocupación en las casas rurales por meses se dio en abril, por el efecto de la Semana Santa, y en verano, julio, agosto y septiembre. En abril los viajeros españoles sumaron 10.421 y los extranjeros se quedaron en los 625. En el total de los tres meses de verano, los establecimientos acogieron a un total de 38.228, de ellos, 33.591 españoles y 4.637 extranjeros. Las cifras son celebradas por el sector porque el turismo rural en Burgos suele ser más de otoño y primavera; que los turistas opten por el interior en vez de la playa es un aliciente para sus propietarios, sobre todo para los que tienen piscina, que en este caso sí añade un plus a los que carecen de ella.   

Antes de la covid. Con ser buenos los datos de 2022, aún no se han superado los del año 2019, antes de la covid. Ese año fueron 110.120 viajeros, un 2,67 % más. 

En cuanto a las pernoctaciones, las cifras están más igualadas, 248.440 las registradas por el INE en 2019, por las 246.374 de 2022, una diferencia solo del 0,83%. 

10 nuevas casas en una provincia «sin tanta demanda». El número de establecimientos rurales no deja de crecer, aunque no lo hace al ritmo de antes de la pandemia que también rebajó la expectativas del sector ante la incertidumbre respecto al futuro.

Así, según los datos aportados por la Asociación de Empresarios de Turismo Rural, entre agosto de 2021 y el mismo mes de 2022, tan solo se abrieron una decena de casas rurales, de las que 8  fueron en el último semestre, lo que también puede evidenciar una mejora de las expectativas. En cualquier caso, en los años anteriores a la covid, la media de aperturas de estos alojamientos rondaba los 40 al año. El crecimiento del sector tuvo mucho que ver con la publicación en 2013 del decreto que desarrolló la Ley de Turismo Rural de Castilla y León. 

Para la presidenta de este colectivo, Ana Peña, en estos momentos la provincia están bien equipada de establecimientos rurales, más aún, cree que hasta se puede considera «excesivo». «Mi percepción personal es que la provincia está saturada de oferta en este tipo de establecimientos porque no hay tanta demanda», recalca.    

La asociación cuenta con unos 60 alojamientos inscritos, de los que 20 se han incorporado a Turalbur en 2022, lo que no significa, aclara Peña, que no estuvieran abiertos ya antes. De hecho en algunos casos así era, como la casa rural Villapajar de Villasur de Herreros, en servicio hace unos 7 años, pero que hasta el pasado año no se incorporó a la asociación. En cuanto al número de plazas entre todos los asociados, ronda las 700. 

Donde más casas asociadas tiene Turalbur es en las comarcas de las Merindades, seguida del Alfoz de Burgos y de la Sierra de la Demanda. 

En todo caso, los alojamientos integrados en Turalbur apenas suponen un 20% de todos los que hay en el territorio burgalés.