En la inmobiliaria Ordunte, en la plaza de San Antonio de Villasana de Mena, espera a ser atendida una pareja vizcaína. Prefieren no salir en la foto, pero Ana y Octavio no tienen inconveniente en relatar que están pensando en instalarse en el Valle de Mena en uno o dos años cuando les llegue la jubilación, aunque piensan seguir activos en el mundo cultural, su pasión. «Buscamos más calidad de vida, más comodidad, paseos, más silencio, un ambiente menos contaminado...», relatan.
Les gusta Villasana de Mena por su orografía llana frente a las cuestas del 'botxo' bilbaíno, su tranquilidad y, especialmente por el precio de sus viviendas. «En Bilbao cuestan el triple», aseguran. Así que con la venta de su actual hogar tienen oportunidad de cambiar de vida y de aires y reunir ahorros para su jubilación. Incluso no descartan empadronarse, al haber sabido en su visita a las inmobiliarias menesas que hay un concierto entre la sanidad castellanoelonesa y la vasca que les permite recibir la atención médica especializada y hospitalaria en Bilbao.
Llevan unos quince días sondeando el mercado del Valle de Mena, donde buscan un piso de tres dormitorios con buenas prestaciones cerca de una ciudad como Bilbao, en la que quieren seguir disfrutando de su «gran oferta cultural». Antes han pasado muchos meses estudiando el mercado en Cantabria, «que está superpoblado, todo es caro y la construcción es mala» e incluso en muchas otras ciudades de la península.
Iratxe Peña lleva la Inmobiliaria Ordunte en Villasana desde el año 2000. - Foto: A.C.Iratxe Peña, responsable de Inmobiliaria Ordunte desde el año 2000, está habituada a estos clientes y destaca el crecimiento de las transacciones en Mena, donde según los datos oficiales del gobierno se vendieron 77 inmuebles en 2020;97, en 2021; y 110 en los tres primeros trimestres de 2022.
Desde 16.000 euros. En Villarcayo, las ventas también han crecido de forma importante, con 89 viviendas en 2020;128, en 2021 y 109, de enero a septiembre del pasado año. Solo que en este caso, «prácticamente todo lo que se vende es segunda residencia o para jóvenes que vivían con sus padres en Villarcayo y se independizan». Rocío del Pozo, de la Inmobiliaria Garay resume así la situación en Villarcayo, donde apenas se encuentra con nuevos pobladores. El crecimiento de las ventas lo achaca a los bajos precios, dado que «hay pisos desde 16.000 euros» y desde 2008 no se ha construido un bloque de pisos en Villarcayo, con lo que las casas van perdiendo valor según crece su antigüedad. En su opinión, la ejecución de la vía rápida a Bilbao ayudaría al despegue de Villarcayo, porque no duda de que habría más vecinos dispuestos a trabajar en la capital vizcaína y regresar todos los días a su hogar en Villarcayo, además de la importancia para el crecimiento de las empresas locales.