La nueva alcaldesa abre los caminos de Rioseco 20 años después

A.C. / Rioseco
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La exregidora, Carmen Saiz, condenada por prevaricación, sostuvo que el Ayuntamiento carecía de capacidad económica para hacerlos accesibles, pero a Margarita Pérez le basta con la cuadrilla municipal

El propietario de la finca, a la izquierda, acude con el responsable de la Confederación Hidrográfica del Ebro a ver la tubería hallada en el camino. - Foto: DB

La exalcaldesa socialista del Valle de Manzanedo, Carmen Saiz, acaba de ser condenada a 4 años y 3 meses de inhabilitación para cargo público por un delito de prevaricación, al tratar de convertir en propiedad privada una veintena de caminos e infraestructuras públicas de Rioseco, San Martín del Rojo y Quintana del Rojo. Un perito de su defensa aseguró en el juicio en marzo que reabrirlos podía costar un millón de euros y la política sostuvo que el Ayuntamiento carecía de «capacidad económica» para afrontar su desbrozado después de 20 años sin uso, al quedar desde 2002 dentro del vallado que construyó el dueño de la finca privada Fuente Humorera. Menos de un mes ha necesitado su sucesora para demostrar lo contrario.

A Margarita Pérez Herrero le han bastado los cuatro obreros de la cuadrilla municipal para comenzar con la reapertura de los caminos. Asegura que los trabajos, que ya han despejado medio kilómetro del camino que conecta la carretera del Valle de Manzanedo junto a la subida al monasterio de Rioseco con San Martín del Rojo y de ahí permite continuar a Villalaín o Incinillas por distintas rutas, proseguirá «sin prisa, pero sin pausa», recalca.

El primer día que los trabajadores acudieron a realizar la limpieza de la primera parte del camino, convertida en una selva, estuvieron acompañados de agentes de la Guardia Civil y el agente medioambiental de zona y se avisó también al responsable de la Confederación Hidrográfica del Ebro, al encontrar una tubería de grandes dimensiones sobrevolando el camino e impidiendo el paso a un vehículo de Medio Ambiente o un camión de bomberos, si fuese necesario.

El propietario de la finca, Alfonso Pérez de Andújar, quien instó en su día al Ayuntamiento a convertir los caminos en parte de su propiedad y, a cambio, compensar al municipio con fincas de cultivo en Peñalba de Manzanedo y fue condenado por un delito leve de usurpación de bienes públicos, también se acercó. Margarita Pérez aplaude que mostró «voluntad de que las cosas se hagan bien» y no puso impedimento alguno. Incluso les trasmitió que no hubiera hecho falta la presencia de la Guardia Civil, pero la alcaldesa quiso evitar problemas tras el largo periplo judicial que inició en 2011 y que, aunque ya cuenta con una primera sentencia condenatoria, sigue abierto tras apelarla la exalcaldesa ante la Audiencia Provincial. 

Señales para senderistas. Margarita Pérez, que concurrió a estas elecciones como independiente por Valle de Manzanedo Libre-Vía Burgalesa, no se pone plazos para la conclusión de los trabajos, pero no ve mayores dificultades, porque hay zonas en buen estado de conservación y su interés radica en que «los caminos estén en condiciones para ser utilizados en caso de emergencia -incendios, rescates, etc- y para permitir el paso a senderistas» que disfruten de lugares «preciosos», a su juicio. De hecho, avanza a DB que encargará señales que indiquen el nombre, sus destinos y la distancia a los mismos para animar a disfrutarlos.

Para alcanzar la mayoría de los caminos hay que sortear una verja, pero nadie puede impedir el paso, al tratarse de vías públicas. Fuera de ellas sí, ya que se trata de suelo privado. Pérez vigilará la colocación de candados, una tónica que se ha repetido durante años, y «denunciará» a los dueños de la finca, si vuelven a hacerlo. 

«Llevo doce años defendiendo este compromiso y lo estoy cumpliendo», zanja la regidora, quien también ha posibilitado que el Ayuntamiento se persone en una segunda causa penal abierta por ella en 2017 contra la exalcaldesa y varios ediles por el deslinde de los caminos de Rioseco. Margarita Pérez postula que con ese paso se permitió que numerosos caminos públicos salieran del inventario municipal y se convirtieran en suelo privado.