La atención a las necesidades de la población arandina de la tercera edad arrastra un incremento de la demanda en los últimos tiempos que se está dejando notar en la cantidad de tiempo que se emplea en cubrir las necesidades de los usuarios para retrasar lo más posible que tengan que abandonar sus domicilios para irse a un centro residencial. El crecimiento del número de horas prestadas por la empresa que ofrece en Aranda el servicio de ayuda a domicilio mantiene una curva ascendente; si en 2022 se registró una media de 500 horas de media más al mes que en el año anterior, este 2023 la subida se ha triplicado y son ya 1.500 horas de media más al mes, alcanzando las 6.000, que en periodos como el pasado mayo se llegó a superar, con 156 horas sobre esa media.
Sin embargo, el número de usuarios no ha crecido en la misma proporción. Si en 2021 la media mensual fue de 230 usuarios, la de 2023 ronda los 236, con unas variaciones que oscilan en torno a esa cifra y por debajo en la temporada estival, con la marcha de muchos mayores a sus pueblos de origen o lugar de vacaciones de los hijos. «Ahora damos más horas porque la tendencia al envejecimiento de la población usuaria, en la baremación de necesidades que hacen los técnicos se asignan entre 15 y 90 horas al mes y ahora se está notando que el incremento del grado de dependencia obliga a incrementar también las horas», explica ese aumento en los servicios el concejal de Acción Social del Ayuntamiento de Aranda, Andrés Gonzalo.
El servicio de ayuda a domicilio, que en la capital ribereña presta la Fundación para el Estudio y la Promoción de la Acción Social, no acumula lista de espera, a diferencia de otros programas que promueven el envejecimiento activo y el retraso de la institucionalización de los mayores arandinos. Es el caso del programa de atención preventiva que cuenta con 24 usuarios, a los que se han sumado doce más que han participado en los talleres de formación de esta especialidad sociosanitaria, frente a las 28 personas que están esperando para participar en este programa, que se desarrolla en el Centro Intergeneracional. «La experiencia del taller formativo ha sido tan satisfactoria, tanto por las alumnas como por los mayores, que queremos darle una continuidad para que pueda haber más gente que se beneficie de estos talleres y la atención preventiva en el Centro de Mayores de Santa Catalina», avanza Gonzalo.
Otro servicio que también registra lista de espera es el de comida a domicilio. Ahora hay 96 personas que reciben sus menús de lunes a sábado, aunque ninguno lo recibe los domingos y festivos, pero hay 14 potenciales usuarios que esperan poder beneficiarse de esta alternativa en sus casas. A ello se suman las más de 400 personas que están incluidas en el servicio de teleasistencia, que es gratuito y se ha duplicado en los últimos meses.