El 'mercado' de residencias de estudiantes en Burgos se consolida y muchas de ellas podrán terminar el mes de julio con el 100% de su ocupación asegurada. Desde la publicación de las notas de la EBAU y la primera adjudicación de plazas en la Universidad de Burgos, estos centros y los colegios mayores se preparan para colgar el cartel de completo antes de lo previsto.

La residencia Camino de Santiago, perteneciente a la UBU, tan solo tiene libres 15 de las 78 plazas disponibles, lo que supone cerca de un 80% de su ocupación total. Gonzalo Salazar, vicerrector de Relaciones con la Empresa y Resiliencia de la UBU, asegura que «muchas de las plazas están ocupadas por antiguos residentes que han decidido renovar su contrato un año más». Camino de Santiago tratará de conseguir el estatus de Colegio Mayor para el próximo curso 23/24. «Cumplimos todos los requisitos, entre ellos la cantidad de actividades formativas que reconocen créditos universitarios», indica Gonzalo.

En la residencia Campolara, según su gerente de ventas, Fernando Méndez, de las 60 plazas disponibles el 85% ya están reservadas para el próximo curso. Un dato muy positivo para la empresa Smart, que llegó a Burgos el curso pasado y consiguió llenar prácticamente todas sus habitaciones. 

En el mismo caso se encuentra la residencia Hospital del Rey, donde María Llorente, recepcionista y encargada de ventas, indica que cerca del 70% de sus plazas también están ocupadas. «El 20% de nuestra ocupación son renovaciones de alumnos de años anteriores», asegura María.

Por otro lado, la empresa de residencias Micampus cuenta con dos centros en la ciudad. Silvia Alonso, directora de ambas residencias, afirma que también están a punto de ocupar el 100% de sus plazas. Micampus San Agustín y Micampus Centro cuentan actualmente con 160 y 84 plazas respectivamente, de las cuales cerca del 80% ya están reservadas. La última apertura de la compañía en nuestra ciudad se dio el pasado curso en las instalaciones del antiguo hotel Fernán González.

Según los datos ofrecidos por las residencias, las habitaciones están cubiertas mayormente por habitantes de Miranda de Ebro, Aranda de Duero, Soria, León, Santander y Logroño. Este tipo de alojamientos también son muy demandados por los estudiantes de movilidad Erasmus principalmente procedentes de Japón, Argentina o México.

En la actualidad, Burgos cuenta con cerca de 850 camas, distribuidas en 11 residencias dispersas a lo largo de toda la ciudad. Los precios medios de todas ellas se sitúan entre los 700 euros aproximadamente. Estos importes se han visto afectados por la subida del coste de suministros como la luz, el agua y el gas, que han obligado a las residencias a subir sus cuotas anuales.

El mercado inmobiliario no da abasto ante la enorme demanda de pisos de alquiler por parte de los universitarios que desean alojarse durante los 9 meses del año académico. La escasa oferta de estos alojamientos, además, hace que su precio se encarezca, lo que empuja a los estudiantes a solicitar residencias. 

José Ignacio Renedo, propietario de la inmobiliaria burgalesa Renedo, asegura que los arrendadores de pisos buscan periodos de alquiler largos y estables. «La falta de continuidad durante los meses de verano por parte de los estudiantes hace que los propietarios no quieran ofrecer este tipo de contratos», indica. Al problema de la oferta de este tipo de pisos hay que sumarle la subida de los precios de los alquileres, que dificultan aún más la búsqueda de un alojamiento. La empresa Uni at Home ofrece alternativas de convivencia diferentes al resto de compañías. Este tipo de alojamientos incluyen la independencia de un piso de alquiler y las comodidades de una residencia universitaria. Sin embargo, las plazas de estos pisos tutelados son muy limitadas y suelen estar muy demandadas por los estudiantes todos los años. 

El número de universitarios sigue creciendo en la ciudad y, con ello, la demanda en las residencias de estudiantes y colegios mayores. Según los datos ofrecidos por la Universidad de Burgos, el número de alumnos matriculados en el pasado curso 22/23, tanto en grados, como en máster y doctorados han alcanzado los 8.430 alumnos frente a los 6.750 del año 19/20. 

Esto supone un crecimiento muy positivo para la Universidad, que prevé un aumento aún mayor, gracias al incremento de plazas en numerosos grados y la implantación de la carrera de Psicología para el próximo curso, que contará con 60 nuevas plazas.