El vocal de Ciudadanos en la junta vecinal de Valdeajos, Carlos Sainz, ha presentado un recurso contencioso administrativos contra el concurso convocado por la alcaldesa, Iratxe Hilario, en octubre del pasado año para subastar 200 hectáreas de terreno agrícola de titularidad municipal. Incumple, según el concejal, el acuerdo en vigor desde el año 1986 de la junta vecinal, según el cual las fincas cultivables deben repartirse equitativamente entre los agricultores empadronados en el pueblo.   

Este pacto se ha venido cumpliendo, según el edil, desde entonces en Valdeajos, hasta que el año pasado la alcaldesa socialista decidió sacarlas a subasta pública abriendo la participación a agricultores de fuera de la localidad. La junta administrativa está conformada por tres ediles, la regidora, David Hidalgo, su marido y alcalde en la legislatura pasada, y el propio Carlos Sainz, de Cs.

Éste denuncia que la regidora no ha tenido en cuenta el pacto que se acordó por mayoría de la junta vecinal y que según él, si hay que cambiar también debería ser con el consenso, además de que, añade, según la Ley de Contratos del Sector Público, si  la subasta supera el 10% de ingresos, el órgano de contratación debe ser el pleno de la junta vecinal, como sucedería en este caso, «y no la alcaldesa por su cuenta», dice Sainz.

En este sentido, el edil de la formación naranja denuncia que Hilario ha incumplido varios acuerdos, el primero no contar con la junta vecinal para sacar la subasta, así como no comunicar el concursos en el periodo que marca la ley a los agricultores de la localidad.

En estos  momentos, son dos las agricultoras -hasta el año pasado, dice el vocal, la suegra de la propia alcaldesa también cultivaba tierras- madre e hija, ésta una joven agricultora a la que se ha dejado al margen del concurso, con lo que se queda sin fincas suficientes para su actividad que le obligarán a buscar fuera para cumplir con las hectáreas que fija la PAC. El vocal de la junta vecinal afirma que la agricultora no se presentó a la subasta, al entender que tiene sus contratos de las fincas y que, por lo tanto, puede seguir cultivándolas.

Por su parte, la alcaldesa defiende la legalidad de la subasta de las fincas y asegura que está avalada por un informe del Sajuma de la Diputación. Además, explica que el contrato de la agricultora es por dos hectáreas que se han respetado y no han entrado en subasta. Pero según el concejal y la propia agricultora, esas dos hectáreas  se han tenido que quitar porque el contrato sigue en vigor, pero ella defienden su derecho a seguir cultivando otras 50 hectáreas, entre ella y su madre, por el acuerdo firmado en su día, y porque además la alcaldesa no le quiso prorrogar en octubre de 2019, dando por sentido, según el edil y la agricultura que sigue vigente. La regidora insiste que la Ley obliga a sacar las fincas a subasta, y denuncia que cuando han ido los nuevos propietarios a sus tierras se las han encontrado con muchas ya sembradas.

El de las tierras no es el único asunto que enfrenta a la alcaldesa con los vecinos y el concejal de Cs. Éste echa en cara a Hilario que  mantenga cerrado el bar del pueblo, y añade que tras cedérselo a la asociación del pueblo en verano, lo volvió a clausurar cuando se presentó la moción de censura. La alcaldesa explica que la asociación no cumplió el contrato firmado.

Otro tema que preocupa a los vecinos es la falta de cobertura de telefonía y de internet, y que afecta ahora también a varias personas que por la pandemia se han trasladado a vivir al pueblo y están teletrabajando e, incluso, se costean su propia instalación. El problema es que Valdeajos está en una hondonada y hace una docena de años se instaló un repetidor de Movistar, que ha venido funcionando bien, pero que ahora está obsoleto y no funcionar porque se ha cambiado la frecuencia de las antenas, por lo que los vecinos tienen graves serios problemas de cobertura, llegando incluso a carecer de ella, creando situaciones como la del 8 de marzo que se llamó desde el centro de salud de Sedano a varios  vecino para vacunarse y no se pudo contactar. 

Los vecinos reclaman a la regidora que busque una solución, porque, dice Sainz, el pueblo tienen recursos económicos para ello.