Digestivo participa en un estudio para detectar cáncer con IA

G.G.U. / Burgos
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El servicio del HUBU recluta a personas con tumores colorrectales, adenomas o pólipos de alto riesgo para desarrollar un algoritmo capaz de adelantar el diagnóstico mediante la inteligencia artificial

El servicio de Aparato Digestivo del HUBU participa en un estudio para detectar cáncer con inteligencia artificial. - Foto: Patricia

El servicio de Aparato Digestivo del HUBU está participando en un estudio multicentro que pretende adelantar el diagnóstico del cáncer de colon a un estadio precanceroso mediante inteligencia artificial. Es decir, los cinco hospitales participantes reclutan a pacientes con tumores colorrectales, adenomas o pólipos de alto riesgo para tomarles muestras de sangre y, a partir de ahí, determinar una serie de marcadores moleculares e indicadores que puedan facilitar la creación de un algoritmo capaz de sintetizar toda esa información para avanzar qué personas tienen un riesgo muy alto de desarrollar una lesión cancerosa.

El estudio lo lidera una empresa especializada en diagnóstico molecular y el desarrollo de biopsias líquidas (Amadix) y se denomina 'Desarrollo de un algoritmo para la detección temprana de cáncer de colon basado en factores de riesgo identificados mediante herramientas de big data e inteligencia artificial y marcadores moleculares'. Lo financia la Junta, a través del Instituto de Competitividad Empresarial, y también cuenta con una aportación de los fondos europeos FEDER.

El HUBU, como hospital participante, se compromete a seleccionar a pacientes de entre 45 y 75 años y con un perfil interesante para el estudio, que, en principio, se propuso contar con muestras de 225 personas. A todas ellas se les informa sobre el proyecto y, una vez que han firmado el consentimiento para participar, se les sacan unas muestras de sangre para analizar biomarcadores moleculares. A esto se añaden algunos datos personales sobre el historial médico del paciente, hábitos y estilo de vida, edad y otras cuestiones demográficas o medicación que consume.

Toda esa información se trata (siempre de manera anónima) para que la empresa promotora del estudio pueda llegar a identificar unos factores de riesgo comunes al desarrollo de un tumor maligno en el colon y/o en el recto, así como otras lesiones premalignas de la enfermedad. De esa manera, el laboratorio estima que podría avanzar el diagnóstico de una lesión cancerosa lo suficiente como para que el tratamiento pueda iniciarse cuando todavía puede curarse. A veces, sin más necesidad de terapia que la cirugía.

Análisis de sangre. El objetivo último del estudio es conseguir que un análisis de sangre sea suficiente para determinar el riesgo del desarrollo de un tumor colorrectal y permitir que esa persona se incorpore antes que la media de la población a los cribados preventivos.

Algo que no solo evita que ese individuo en concreto acabe siendo un enfermo de cáncer, sino que conlleva ahorro para el sistema sanitario. Entre otras cosas, porque también reduciría el importe que hay que destinar al tratamiento del cáncer colorrectal.