Pese a las dificultades que han surgido desde el punto de vista técnico y cuyas consecuencias son en este momento impredecibles, el Ayuntamiento de Burgos, a través de la Sociedad de Promoción, y Ryanair mantienen vivas las conversaciones ante una potencial operativa que, eso sí, no arrancaría hasta 2024.

Si finalmente se consiguen vencer estos obstáculos, en el Gobierno de coalición del PSOE y Cs quieren dejar atado el contrato antes de que finalice este mandato. Eso sí, los plazos son muy ajustados ya que la Sociedad de Promoción tendría que sacar a concurso la operativa en breve.

En un principio, de lo que se habla es de la posibilidad de que se establecieran dos vuelos semanales a dos destinos europeos, pero este aspecto tampoco estaría del todo cerrado y aquí lo que reina ahora es la confidencialidad de las conversaciones entre las partes.

Lo que parece claro es que la aerolínea irlandesa no operaría ni en el primer trimestre del año y no está muy claro si tampoco durante el último (...).

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