Un avance que adelanta el diagnóstico de retinopatía diabética

G.G.U.
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La idea es empezar este proyecto piloto en los centros de salud de Medina y de Las Huelgas, para que a los pacientes indicados se les haga una foto del fondo del ojo y el HUBU las estudie a distancia

El proyecto piloto evitará que los pacientes tengan que desplazarse al HUBU para hacerse una retinografía. - Foto: Alberto Rodrigo

Un proyecto que el HUBU perseguía desde hace, al menos, seis años, será realidad en 2023 y permitirá adelantar el diagnóstico de la retinopatía diabética, una enfermedad asociada a las personas con exceso de glucosa en sangre que puede llegar a provocar ceguera y que debe controlarse en Oftalmología. Para ello, los pacientes de más de 14 años tienen que hacerse una fotografía del fondo del ojo -una retinografía- cada uno o dos años y comprobar así si hay daños en esta membrana, que es imprescindible para una visión correcta. Esas imágenes solían derivarse a un centro privado de Valladolid (el IOBA) para que las estudiara e informara, pero los oftalmólogos del HUBU volvieron a reiterar el año pasado en Sacyl su interés en asumir ese cribado y, ahora, se ha acordado dar un paso más y hacer una prueba piloto en colaboración con los dos centros de salud de la provincia que tienen retinógrafo: el de Medina de Pomar y el de Huelgas, en la capital. El objetivo es evitar que los pacientes se desplacen al hospital solo para esta prueba.

El jefe de servicio en el complejo, Javier Jiménez, explica que la iniciativa «mejora mucho la calidad de vida de los pacientes porque, en el caso de Medina y alrededores hablamos de un ahorro de 40 o 50 kilómetros simplemente para ver el fondo del ojo. Que esta consulta pueda hacerse desde el centro de salud, incluso en Burgos ciudad, es una mejora de la asistencia». Y a eso hay que añadir que la imagen del fondo de ojo no solo permite detectar y hacer seguimiento de la retinopatía diabética, sino de otras enfermedades. «Por ejemplo, degeneración macular, obstrucciones venosas, algún tipo de distrofia retiniana, alguna alteración del nervio óptico... No es solo para diabéticos, es que mucha gente se puede beneficiar de esto», añade el oftalmólogo José Manuel Alonso.

El cribado de la retinopatía en personas con exceso de glucosa está protocolizado y hay provincias de Castilla y León en las que ya se hace, pero Burgos no lo ha conseguido todavía, a pesar de la insistencia de los especialistas del HUBU. «En cuanto a detección precoz, es muy útil e importante, por eso llevamos tantos años pidiéndolo», explica la responsable de Retina en el hospital, Lourdes Macías. 

Esta vez parece que es la definitiva y, de hecho, en el servicio ya están a la espera de que les instalen el programa informático específico para preservar los datos privados del paciente cuyo fondo de ojo tengan que estudiar. «Tenemos que ver la imagen y cuatro datos más, como la edad o el tiempo de evolución de la diabetes, pero no el nombre», señalan Alonso. A la vez se está diseñando 'el circuito de pacientes'; es decir, cuántas imágenes se pueden recibir e informar a la semana para poder dar resultados en un plazo de entre 7 y 15 días desde que se hizo la retinopatía. «De momento no sabemos cuántos serán, porque dependerá del cupo de pacientes diabéticos que tenga el centro de salud de Medina, pero calculamos que podremos estudiar unas 20 o 30 retinografías a la semana para dar resultados en el menor tiempo posible», añade Alonso.

Formación. El cribado requiere de la colaboración de los centros de salud de Atención Primaria, por lo que antes de empezar con el proyecto piloto, oftalmólogos del HUBU irán a los centros de salud para dar formación. «Para enseñar cómo se hace la imagen,  que sea correcta y explicar por qué unas son válidas y otras no; no sirve de nada que hagan la retinografía si está mal y no sirve», señalan Alonso y la también oftalmóloga Esther Ortega.

No hay una fecha concreta de arranque, pero se confía en que todo esté listo «en poco tiempo» porque ya se ha avanzado mucho. Y, una vez que se compruebe que «todo va bien» la idea sería ampliarlo  «a toda la zona norte de la provincia» para que los pacientes con diabetes mayores de 14 años puedan participar en el cribado sin venir a Burgos. «Sería un gran paso adelante», concluyeron.