Blanca García Álvarez

De aquí y de allí

Blanca García Álvarez


La España que ayuda

23/02/2023

Necesito unos días libres, me han llamado para ir a la guerra le escribí -siempre dramática- a mi jefa. Después de recuperarse del susto, me preguntó si tenía la maleta preparada. Con los cables, el micrófono, el plumas de una amiga que había vivido inviernos en Berlín, la mochila de montaña de mi padre y -quizás lo que más pesaba- el agobio de todos los que lo sabían, ya tenía todo listo. Mi misión no era luchar, sino contar desde la frontera de Polonia lo que sucedía en Ucrania. Hoy, hace un año, explotó la guerra.

No llegué nunca a ir porque los periodistas contamos con la misma proporción de emoción que de decisiones ajenas cambiantes, pero el plan era informar desde la estación de trenes a la que llegaban los huidos de la guerra. Unos andenes que ocuparon telediarios semanas y que ya ni recordamos el nombre.

Nosotros olvidamos y deshacemos las maletas. Devolvemos el plumas y la mochila y permitimos que toda nuestra familia respire de nuevo al no coger ese avión. Donamos abrigos, mantas y sacos. Hicimos transferencias a ONGs, rezamos o cogimos el coche con el maletero provisto de fármacos hasta Ucrania. Cada uno, en su medida, hacía lo que podía.

Entendemos que no es una cuestión sólo de solidaridad, sino que implica una lucha por unos valores que también son los nuestros. Sabíamos que nos necesitaban. La solidaridad que vivimos en ese instante, la que vemos ahora con los terremotos de Turquía y Siria o la ayuda desinteresada durante los peores momentos de la pandemia son clave para entender que tender la mano al otro es parte de nuestro carácter como nación.

Esta semana, por fin, tenemos una nueva Ley de Cooperación que hace de esta característica tan nuestra un compromiso con el mundo: 0,7% de la Renta Nacional Bruta irá destinada a Ayuda al Desarrollo en 2030; el 10% de este total, servirá para ayuda humanitaria; y nuestros cooperantes -que renuncian a su comodidad por cambiar vidas- contarán con mejor protección.

Ningún diputado votó en contra de una norma que actualiza a la creada hace 25 años y que nos permite materializar el orgullo que sentimos por los que hacen patria ayudando.