La indemnización a una mujer absuelta en un juicio después de pasarse más de un año en la cárcel me ha hecho reflexionar sobre el valor de la libertad. La información de Diario de Burgos recoge que una sentencia de la Audiencia Nacional determina que debe recibir una compensación por el tiempo de libertad perdido durante su estancia en prisión por un delito del que luego no recibió condena. Y esta mujer recibirá 7.500 euros por haber pasado un año entre rejas.

Me deja pasmado lo barato que le puede salir al Estado encerrar a una ciudadana durante casi 400 días sin tener la completa seguridad de que ha cometido un delito. En este país, el asunto de la prisión provisional se trata la mayoría de las veces con demasiada ligereza. Y aunque es verdad que, en ocasiones, algunos 'chorizos' entran por la puerta de la Comisaría casi a la misma velocidad que salen por la del juzgado, hay que estudiar detalladamente si el detenido debe ir a prisión provisional, ya que no olvidemos que eso es un adelanto de la condena.

Y no prejuzgo a los jueces, que supongo que siempre tendrán muy en cuenta las acusaciones, indicios, pruebas y condiciones que marcan el ingreso en la cárcel para quien aún no se ha sentado en el banquillo y no ha recibido una sentencia. Lo digo especialmente por muchas personas de la calle, ciudadanos sin más, que hablan con una enorme ligereza de meter en la cárcel a cualquier detenido por el delito que sea, sin tener en cuenta que solo se puede hacer bajo determinados supuestos. La libertad es un valor fundamental, un derecho que no se puede ver cercenado por causas menores o sin disponer de la certeza de que alguien ha cometido un delito.

A mí, sinceramente, un solo día en prisión ya me parece demasiado. Por ello, 7.500 euros me parece irrisorio por pasar un año entero en la trena.