La fusión se hace con el Tablero

MARÍA DEL PICO / Burgos
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El festival de música de la UBU arrancó ayer con una actuación de Chico Trujillo, un grupo chileno que combina la cumbia con otros géneros y que encantó al público burgalés

Con las entradas agotadas, el grupo Chico Trujillo hizo bailar a los cientos de burgaleses que se dieron cita en el Hospital del Rey. - Foto: Luis López Araico

Bajo el ocaso veraniego del día de ayer, cuando la brisa danzaba con suavidad, jóvenes y mayores se preparaban para una experiencia musical única. En lo profundo de aquel escenario en el Hospital del Rey, envuelto en luces brillantes y el eco de la emoción, se erigía un templo sagrado de la música. Se trata del anual Tablero de Música, un encuentro mágico entre el arte y las almas inquietas. La multitud se agolpaba ansiosa y las miradas brillaban con la expectativa de disfrutar de una gran noche. Los suspiros impacientes se mezclaban con el fragor del entusiasmo.  

Antes de que la banda Chico Trujillo se adueñase del escenario con su estilo característico de cumbia fusionada, la atmósfera se impregnó de una mezcla intrigante provocando un trance colectivo. A. Theo DJ (Burgos) y La Curandera (Guatemala), dos consolidados DJs, se adentraron en la noche para llevar a la audiencia por un viaje tropical. En sus manos, la electrónica se unió al folklore y las maracas, creando un hechizo sonoro que transportó a los asistentes hacia horizontes desconocidos. La música se convirtió en un puente entre el pasado y el futuro, entre tradición y vanguardia, envolviendo a todos en una danza hipnótica y liberadora. El ritmo y la energía se iban elevando, llevando a los asistentes a un estado de euforia colectiva.

Acto seguido, pasadas las nueve de la noche, emergió la banda chilena Chico Trujillo. El célebre grupo chileno, conocido por su capacidad de fusionar la cumbia tradicional con ritmos modernos y frescos, se adueñó del escenario con su presencia carismática. Los sonidos de los vientos y las cuerdas se mezclaban con el cante de Aldo Asenjo, cuya voz resonaba por todo el recinto creando una atmósfera electrizante. Los asistentes se entregaron por completo a los ritmos contagiosos de esta cumbia moderna, dejándose llevar por el espíritu festivo y la pasión latinoamericana. El público, compuesto por jóvenes y adultos de todas las edades, se unió en una sola voz.

Cada canción que interpretaban era recibida con un entusiasmo desbordante por la audiencia burgalesa. Con canciones como 'Loca', 'Conductor' o 'Medallita', la fusión entre electrónica y folklore había alcanzado su punto más culminante hablando de historias de amor o desamor, pero siempre con una dosis de alegría y esperanza. Las letras resonaban en los corazones de los asistentes, quienes coreaban cada estrofa con pasión y sentimiento. Y entonces, la banda chilena se entregó por completo al público interactuando y animando a todos a sumergirse en ese frenesí.  

Y así, en esa noche mágica, Chico Trujillo logró tejer un lienzo de emociones indescriptibles en el corazón de cada asistente, que no dudará en acudir a su próxima cita con el Tablero de Música. Las próximas actuaciones, cada jueves del mes de julio en el Hospital del Rey, vendrán de mano de Balkan Paradise Orchestra (13 de julio), Juantxo Skalari & La Rude Band (20 de julio) y Fred Wesley & The New JB´s (27 de julio).