Vestida de gala como hacía años que no lo hacía para este tipo de celebraciones, la catedral de Nuestra Señora de la Huerta de Tarazona ha acogido la ordenación como obispo de Vicente Rebollo, que desde hoy asume la responsabilidad de dirigir una diócesis "rural, pequeña de habitantes, de escasos recursos económicos, pero rica de humanidad", como ha señalado su predecesor, Eusebio Hernández Sola.
El burgalés toma como modelo el Buen Pastor, según ha comunicado en un discurso lleno de agradecimientos, tratando de seguir trabajando "como llevo haciendo desde hace 34 años por caminos diversos, en circunstancias diversas, con mediaciones diferentes". "Espero ser el pastor que os merecéis y necesitáis", ha prometido.
Lo ha hecho en una catedral que acoge una ordenación por primera vez desde 1973, después de haber estado treinta años cerrada para su restauración y que volvió a la actividad en 2011.
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Unas 800 personas le han arropado, entre obispos y arzobispos, religiosos, vecinos de su pueblo, Revilla Vallejera, y representes de diversas instituciones burgalesas.