Unos titos con pedigrí

I.L.H.
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Se estrenan el martes como Fiesta de Interés Turístico Regional y regresa sin restricciones. La subida de los precios encarece una celebración que, aún así, no reduce las raciones: 20.000

Los miembros de la Cofradía de San Antón y algunos voluntarios han estado varios días pelando ajos para elaborar los titos. - Foto: Patricia

Recupera el horario de toda la vida (la misa en La Real y Antigua a las doce y el reparto, en torno a la una) y las colas para llenar el plato, la olla, el táper o la cazuela no requerirán de distancia de seguridad, como ocurrió el año pasado. Después de un 2021 en blanco y un 2022 en el que, por los últimos coletazos de la covid-19, sobraron raciones, la Cofradía de San Antón de Gamonal encara la Fiesta de los Titos de este martes «con orgullo»: «Es una satisfacción poder seguir las tradiciones. Son días que se esperan durante todo el año», afirma el prior, Javier Calvo.

Mantener la costumbre viva durante más de cinco siglos da pedigrí y sobre todo ha ayudado a que sea declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. El título se lo otorgaron en febrero, así que la celebración de la semana que viene será la primera con esta distinción que, según el prior, ha despertado expectación entre medios de comunicación de fuera de Burgos y entre particulares interesados.

La cofradía, decíamos, está contenta con el regreso a la normalidad aunque el alza de los precios no se lo está poniendo fácil. «Cocinaremos la misma cantidad de titos, unos 2.000 kilos, pese a que todavía no sabemos cómo lo vamos a afrontar. Hemos tenido un debate interno y se ha decidido seguir adelante como todos los años». 

Se repartirán, por tanto, unas 20.000 raciones que calculan supone un incremento del 30% con respecto al año pasado (de los 15.000 que solía costarles estiman que con la subida el precio del gas y la de los alimentos se acercarán a los 20.000 euros). Confían, de todos modos, en la promesa del Ayuntamiento de aumentar la cantidad de la subvención (de 10 a 15.000 euros), aunque como el pago siempre lo reciben tarde tendrán que adelantarlo.

Cocinar 2.000 kilos de la legumbre que se cultiva en Villasidro expresamente para esta fiesta desde hace, al menos, 24 años conlleva pelar 200 kilos de ajo (lo que llevan haciendo desde el jueves), picar la misma cantidad de cebolla, condimentar los titos con pimientos, laurel y guindillas y disponer este martes de diecisiete calderos para cocinarlo a fuego lento.

En el guiso y el reparto participarán el día de San Antón medio centenar de personas, entre los que se cuentan los 27 cofrades. Su prior, un joven del 86, desea que la fiesta y la tradición atraiga a chavales del barrio que quieran portar la capa castellana. Porque de momento solo pueden ser cofrades los hombres, atendiendo a los documentos de 1502. La apertura a la mujer «es un tema que de momento ni siquiera ha salido a debate».