Multa por verter escombro en Villímar de una obra sin licencia

I.E.
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El dueño de la vivienda de Villafría abandonó una treintena de sacos de escombros en dos parajes diferentes del barrio. Se enfrenta a una sanción que oscila entre los 901 euros y los 45.000

A la izquierda: uno de los lugares donde depositó los escombros. / A la derecha, la vivienda objeto de una reforma sin permiso municipal. - Foto: DB

Hay ciudadanos -en este caso tal definición le viene grande al protagonista de la noticia- que cuando se empeñan en hacer las cosas mal, en contravenir las normas, no se cortan ni un pelo. ¿Para qué pedir una licencia de obra pudiendo ejecutarla de tapadillo sin necesidad de visar un proyecto en el Ayuntamiento ni pagar a un aparejador que la dé de paso? Y, claro, con una reforma ilegal en marcha no es cuestión de depositar los escombros en un lugar autorizado. Es lo que pensó el vecino de Villafría al que la Policía Local sorprendió este mes de agosto tirando sacos llenos de tierra y ladrillos en dos parajes de Villímar. Como consecuencia de esa intervención los agentes de la Unidad de Policía Administrativa descubrieron que todos esos desechos procedían de una obra que estaba llevando a cabo en una casa vieja de su propiedad, por supuesto, sin licencia. Se enfrenta a un multa entre los 901 euros y los 45.000, según la propuesta de sanción por una infracción a la Ordenanza Municipal de Gestión de Residuos.

En la primera semana de agosto, policías que llevaban a cabo labores de vigilancia para evitar vertidos en inmediaciones de caminos vecinales observaron un turismo en cuyo interior se hallaban varios sacos de obra con escombros, si bien el titular no se hallaba en las proximidades. Los agentes llevaron a cabo un seguimiento del vehículo en los días posteriores, hasta que el 8 de agosto localizaron al propietario y reconoció haber efectuado distintos vertidos de escombros procedentes de una vivienda que él estaba reformando en el barrio de Villafría. Acompañó a los funcionarios a los parajes donde había abandonado los desechos, que distaban entre sí 300 metros de distancia. Allí fueron descubiertos 32 sacos en total que el propio ciudadano se avino a recoger y a trasladar al punto limpio del G-3 y a un garaje de su propiedad. Después presentó una declaración responsable en el Ayuntamiento para poder seguir acometiendo la reforma.

Como colofón a la intervención policial, los agentes llevaron a cabo el día 19 una inspección a la obra, en la que observaron que el titular de la vivienda había demolido tabiques, levantado suelos y techos y dejado al descubierto parte de la estructura de la edificación, de madera y muy antigua. Es decir, no se trataba de la ejecución de una reforma menor. De hecho, en el interior del inmueble había puntales desplegados para sostener vigas y tejados. El propietario manifestó a los policías que, debido a las dificultades para tramitar la licencia, había empezado por desmantelar una antigua cocina, una labor que provocó la caída parcial de una pared, la causa -según aseguró- que le obligó a llevar a cabo el resto de la obra.

Este vecino de Villafría obtuvo después licencia urbanística para justificar la entrega al punto limpio de los sacos de escombros, si bien, según aclara la Policía Local, «no justifica la obra ejecutada en la vivienda».