La apuesta del Mirandés por los cedidos le ha salido históricamente muy bien y, aunque todavía es pronto para sacar conclusiones, parece que esta temporada ha vuelto acertar con sus incorporaciones. Carlos Martín y Gabri Martínez, que han llegado este verano a préstamo hasta final de la campaña, se convirtieron en los héores del estreno liguero ante el Alcorcón.
Gabri Martínez ha aterrizado en las orillas del Ebro en calidad de cedido por el Girona. El extremo izquierdo dejó muestras de su enorme calidad desde el minuto uno. Siempre que tuvo el balón en los pies fue vertical y así provocó el penalti que dio paso al primer gol de Sergio Barcia. Después, fue él mismo el que se encargó de cerrar el partido con una obra de arte. Dejó atrás a varios rivales y colocó el esférico en la escuadra ante la mirada impotente del guardameta.
Para entonces, Carlos Martínez, cedido por el Atlético de Madrid, ya había marcado el primero de sus dos tantos. Tras un robo en el medio del campo, recibió al espacio, le ganó la partida al central y superó la salida del portero para colocar el segundo tanto rojillo. Antes de ser sustituido, volvió a hacer alarde de su pegada y anotó el cuarto tanto del Mirandés con un disparo cruzado. «Ha sido una tarde gloriosa, estoy muy contento. Sabemos que tenemos mucha dinamita tanto abajo como arriba. Somos gente joven, que va a los espacios y corre. Sabíamos que les íbamos ha hacer daño», comentó Martín.
Además de los dos protagonistas de la tarde, también salieron de inicio otros tres jugadores a préstamo: los laterales Diego Moreno (Osasuna), Juan María Alcedo (Albacete) y el delantero Alan Godoy (Alavés). En la segunda mitad, entraron el lateral Jonathan Gómez (Real Sociedad) y el central Pablo Ramón (Real Madrid). La fórmula de las cesiones le sigue dando resultado al Mirandés.