La seguridad para Sonorama incluye cámaras en el recinto

I.M.L. / Aranda
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El sistema de videovigilancia que se desplegaría en El Picón se complementa con las cámaras repartidas por Aranda para el control del flujo de vehículos y personas. Otro reto pasa por dejar libres las vías de evacuación

Además de videovigilancia, la Policía Nacional tendrá un puesto de intervención rápida en el recinto del Picón. - Foto: Valdivielso

Mientras muchos de los asistentes a la próxima edición de Sonorama Ribera están contando los días para llegar a Aranda, todos los organismos implicados en su organización ultiman los detalles para no dejar nada fuera de control. Es el caso de la Policía Nacional, que año tras año prepara un plan de seguridad en el que ha ido implementando novedades, como el refuerzo de efectivos, el patrullaje a caballo, la presencia de perros policías en el recinto junto a un puesto fijo para intervenciones rápidas y atención a los asistentes que no necesiten. Este año, la mejora del despliegue policial pasa por la inclusión de la videovigilancia, tanto en la ciudad como en el recinto.

Según el plan de seguridad, las cámaras se ubicarían en los accesos al Picón y repartidas por distintas zonas del espacio de conciertos para poder visualizar las aglomeraciones de público. «Desde el punto de vista policial, se ha comprobado que puede servir muy bien cuando hay un problema y puedes enfocarlo, en lo que vas ya tienes una visión de lo que hay; nos permite determinar el lugar, las personas implicadas, los motivos...», reconoce Joaquín Gomá, jefe de la Comisaría de la Policía Nacional en Aranda de Duero, consciente de que la población no es contraria a que se utilicen este tipo de sistemas en pro de la seguridad, tanto del colectivo como de los casos particulares. «Son herramientas buenas, útiles y que, más a estas alturas y a pesar de las reticencias a que te graben o no, de una forma mayoritaria el personal admite, incluso le transmite una sensación de estar en un espacio en el que es difícil que te pueda pasar nada, aunque luego pueda pasar porque no son infalibles», comenta Goma.

Al despliegue en la zona acotada de conciertos se sumaría la red de cámaras de vigilancia que hay desplegada ya por las calles arandinas, lo que permitiría reforzar el control del ir y venir de personas. «Lo que tenemos instalado en la ciudad, aunque es para el control del tráfico, también nos sirve porque es verdad que todo el que venga a Sonorama viene en vehículo», resalta el máximo responsable policial en Aranda. Con la idea de implementar estas herramientas de videovigilancia este año, en la pasada edición del festival ya se hicieron pruebas de su efectividad. «Se puso una cámara en el recinto, que manejamos los policías para saber si, por la noche, con la recepción lumínica y todo eso tenía sentido ponerlas o no», explica Gomá.

En las dos reuniones de trabajo previas, una con la organización y otra con el resto de cuerpos de seguridad, se trabajó sobre este plan para concretar los detalles. Ahora resta que, una vez que se conforme el nuevo Ayuntamiento, se logre la autorización tanto municipal como de la Subdelegación de Gobierno, para seguir adelante.

Otro de los asuntos a limar en el ámbito de la seguridad se enfoca en el entorno de la plaza del Trigo. «En las vías de evacuación tenemos un problema, porque el centro de la ciudad requiere mucha instalación de sanitarios, que no pueden estar en las zonas reservadas para la entrada de vehículos de emergencia, además de retirar los contenedores y barras y terrazas de los establecimientos porque necesitamos esos espacios sin ningún obstáculo, y es algo que tenemos que tratar», lanza Gomá como reto para mejorar de cara a la nueva celebración de Sonorama Ribera entre el  9 y el 13 de agosto.