El contrato del servicio de ayuda a domicilio es el más importante por su cuantía económica de todos los que licita la Diputación y seguirá creciendo debido a las modificaciones legales que se aprobaron en enero y que incluyen, entre otras mejoras, una subida de 3 euros en el precio por hora a abonar a las trabajadoras que prestan el mismo, lo que disparará el coste anual del servicio para las arcas provinciales hasta los 8 millones. En la actualidad el contrato asciende a 6,9 millones anuales y el precio de la hora de los 17 euros, estando previsto que en el nuevo contrato supere los 20, manifiesta Inmaculada Sierra, diputada responsable de Servicios Sociales, quien afirma que desde hace meses se viene trabajando en la redacción del pliego del nuevo contrato y dialogando con los sindicatos y trabajadoras para mejorar algunos aspectos del contrato.
En este marco de negociación, el comité de empresa se reunió ayer con responsables de Bienestar Social de la institución provincial a los que trasladaron una batería de propuestas, «que tienen como objetivo profesionalizar la figura del auxiliar de ayuda a domicilio en la sociedad y garantizar la prestación de un servicio de calidad a los usuarios del servicio de ayuda a domicilio», asegura Rosa Cascajares, portavoz del comité de empresa.
Para las trabajadoras, la concesión de este servicio a una empresa «no ha de estar supeditada al magro criterio económico, ha de recoger otros escenarios de mayor enjundia en la toma de decisiones como son: las condiciones laborales justas y proporcionadas al desarrollo de la tarea y nunca perder de vista a los beneficiarios: nuestros mayores», aseguran.
Este es el mismo objetivo que persigue la Diputación, afirma la diputada responsable del servicio, quien recuerda que la licitación de este nuevo contrato viene impuesta por un cambio legislativo y la necesidad de adaptarse al modelo de la Junta, ya que el contrato actual terminaba en agosto de este año, pero existía la posibilidad de una prórroga de otros dos años a la que ha renunciado la empresa, Senior Servicios Generales, para adaptar el contrato a la nueva normativa.
Sierra insiste en destacar «el esfuerzo» económico que realiza la Diputación para «garantizar un servicio de ayuda a domicilio de calidad y unas mejores condiciones de trabajo para las mujeres que prestan este servicio en toda la provincia». En el nuevo pliego, que saldrá a licitación antes de agosto y se adjudicará este mismo año, asegura la diputada provincial, van a exigir a la empresa que resulte adjudicataria «una formación constante y de calidad para las trabajadoras».
Otras reivindicaciones. Entre otras cuestiones, el comité de empresa plantea, además de una mejor coordinación y seguimiento en la prestación del servicio, que «las ausencias puntuales, no avisadas antes de 24 horas, sean facturadas por la Diputación y abonadas a la trabajadora» y que el kilometraje de los desplazamientos durante la jornada laboral «sea abonado a todas las trabajadoras sin excepción, desde su domicilio hasta la vuelta al mismo al finalizar su jornada».
Además, otra exigencia es que se reconozcan tres días de permiso retribuido por fuerza mayor para cubrir la jornada laboral en los días que las inclemencias del tiempo (nieve o hielo) impiden los desplazamientos por carretera y, finalmente, que se implante un servicio de podología y peluquería para los usuarios del servicio de ayuda a domicilio, ya que no son tareas de las trabajadoras de este servicio.