La Casa de la Juventud está vacía pese a la demanda de locales

I.M.L.
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Las asociaciones deben alquilar en el mercado privado para poder mantener sus actividades ante la imposibilidad de optar a un espacio municipal. La Banca Pecho deja libres espacios en el Ayuntamiento de Aranda

El consejero Jesús Julio Carnero recorrió las instalaciones de la Banca Pecho y pudo charlar con algunos de los trabajadores municipales. - Foto: I.M.L.

El amplio tejido asociativo del que presume la capital ribereña soporta un importante escollo para desarrollar su función: la falta de locales municipales disponibles para atender todas las peticiones que se acumulan en el Ayuntamiento de Aranda. «Está todo ocupado, con peticiones a mayores del espacio del que dispone el ayuntamiento, prueba de ello es que hay muchas asociaciones que están dando un servicio fabuloso pero que han tenido que alquilar locales por su cuenta, como en el caso de Salud Mental Aranda, que tiene su propio local y que, como no les podemos ayudar con locales les ayudamos con subvención», constata la alcaldesa de Aranda, Raquel González.

Pero, en realidad, no es que esté todo el espacio municipal ocupado, sino que hay edificios que permanecen cerrados y sin darles utilidad alguna. Es el caso de la Casa de la Juventud que, desde que los trabajadores de esta concejalía se mudasen al reformado Edificio del Molino hace dos años, sigue cerrada y sin que se conozca qué se va a hacer con estas instalaciones. «La Casa de la Juventud estamos estudiando cómo vamos a gestionarla. Queremos dejar un compromiso antes de final de mandato», responde la primer edil de manera escueta y sin dar detalles. 

Otro proyecto que también tendrá que acometer el Ayuntamiento arandino será la reforma de los espacios que quedan libres en la Casa Consistorial con el traslado de los servicios económicos al nuevo edificio de la Banca Pecho. Unas instalaciones que este lunes recibían la visita del consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, junto a su antecesor, Ángel Ibáñez, ya que esta consejería subvencionó con 300.000 esta construcción. Acompañados por otros cargos públicos, actuales y pasados, como Luis Blanco, que como concejal de Hacienda arandino adquirió el inmueble, y Sebastián de la Serna, que negoció la salida del inquilino del edificio, recorrieron las dependencias, que tanto Carnero como González insistieron que están «al servicio de los ciudadanos» y «en apoyo al municipalismo».

La última vez que González avanzó la postura del equipo de gobierno sobre la Casa de la Juventud planteó dos alternativas: «Uno sería ceder las aulas o espacios a las asociaciones, pero no de manera permanente sino para realizar actividades programadas por ellos, y el otro es cederlo como sede del Consorcio de la Ruta del Vino Ribera del Duero».

Ahora, la concesión de la subvención para convertir la Casa de los Maestros en un centro de recepción de visitantes obligará a reubicar las asociaciones que tienen su sede en las plantas superiores de este edificio, como es el caso de Protección Civil, lo que complica más esa decisión de recolocar los espacios municipales.  

Antes de reocupar la Casa de la Juventud, el edificio precisa arreglos por valor de unos 400.000 euros, para solucionar problemas como tuberías reventadas, suelos picados y capilaridades en las paredes.