Un alumno de 10 que busca el 13,5

B.G.R. / Burgos
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Enrique Aldama Moradillo, bachiller del Mendoza, se marca como reto alcanzar esta nota en la EBAU que ha arrancado hoy. Se encuentra entre los 50 mejores del país al conseguir una Beca Europa

El objetivo de este preuniversitario pasa por cursar el doble grado de Matemáticas e Informática en la Universidad Autónoma de Madrid. - Foto: Valdivielso

Al igual que cientos de alumnos burgaleses de segundo de Bachillerato, Enrique Aldama Moradillo, apuraba ayer las últimas horas de estudio antes de enfrentarse hoy a la EBAU. Su objetivo ante esta temida prueba estaba claro: conseguir el 13,5 de nota (el máximo es 14) para acceder al doble grado de Matemáticas e Informática de la Autónoma de Madrid. Tiene esperanzas de conseguirlo y no es para menos tras haber logrado un expediente de 9,9 de media en la etapa posobligatoria. Una trayectoria académica que ha sido reconocida por el Banco Santander y la Universidad Francisco de Vitoria al haber obtenido una de las 50 becas que conceden en todo el país entre estudiantes preuniversitarios.

La aventura de Enrique para optar a esta iniciativa, que busca potenciar el talento y premiar la excelencia, se inició ya en primero de Bachillerato. Alumno del instituto Cardenal López de Mendoza, fueron los tutores de cada curso los que seleccionaron a los jóvenes que veían más preparados para alcanzar dicho objetivo. Los 15 elegidos tuvieron que definirse a sí mismos a través de sus hobbies y aspiraciones de futuro, presentar su currículum y pasar una entrevista con la Jefatura de Estudios hasta que solo quedaron tres finalistas. «Me presenté porque considero que es una oportunidad que debía aprovecharse», explica en referencia a la posibilidad de viajar, de conocer a otros compañeros y de asistir a ponencias de personalidades.

A partir de ese momento y con un elevado nivel de inglés acreditado, este joven comenzó un proceso nacional de selección al que concurrieron 2.000 estudiantes. Consistió en cuatro pruebas que han ido extendiéndose en el tiempo hasta este curso y que empezaron por un conocimiento personal de los candidatos. Aficiones entre las que destacó su participación desde hace 9 años en los Scouts, lo que supone «una parte importante de mi vida» en cuanto a valores e interacción con los demás, sin olvidarse del pádel y su interés tanto por la política como por la economía.

Se define como un joven «abierto y con mucha curiosidad por todo lo que me rodea» y así lo expuso en el vídeo que remitió a la organización. Después llegaron las pruebas prácticas, en las que tuvo que preparar un texto sobre la libertad con poco tiempo de antelación. «En ese momento no sabía si iba a pasar o no», reconoce. Lo consiguió y el pasado mes de febrero presentó un proyecto en equipo que consistió en el desarrollo de una aplicación móvil con información de interés para los refugiados ucranianos que llegan a España.

La llamada definitiva llegó hace unas semanas. Cuando conoció que estaba entre los 50 elegidos (el centro ha recibido 5 becas desde 2011), recibió la noticia «con una sonrisa de oreja a oreja». No descartaba su selección, pero era consciente que entre los aspirantes «había gente con gran potencial». Del 2 al 19 de julio disfrutará de una experiencia única, con visitas a los campus más importantes nacionales y europeos, participando en actos culturales e institucionales y con tiempo para el ocio, a lo que se añaden charlas y el broche final de un encuentro con los Reyes.

Pero antes de que esto llegue, Enrique dedicó el día de ayer a repasar. Primero Historia y después, Lengua e Inglés, materias de las que se ha examinado este miércoles. Aprovechó todas las horas posibles porque «el tiempo es un poco justo». No faltaban los nervios, pero también la confianza de alcanzar ese 13,5 como colofón a este curso académico.