Victoria balsámica para el Tubos Aranda. Los ribereños regresan a la senda de la victoria tras firmar un partido inmaculado ante Caserío Ciudad Real (35-30). Sesenta minutos impecables permitieron a los arandinos dejar encarrilado el encuentro en los últimos minutos de la primera mitad.

El ida y vuelta se convirtió en el gran protagonista desde el bocinazo inicial. Los contragolpes como antídoto para romper las defensas rivales no dejaron de sucederse, algo que no tardaría en aprovechar el Tubos Aranda. A pesar de un arranque de partido con igualdad máxima, los amarillos lograron romper el choque a partir de los primeros quince minutos. La inspiración de Víctor Megías en ataque, la solidez de Víctor Deco y las intervenciones estelares de Magnol Suárez (dos penaltis atajados y cerca de un 50% de ratio de paradas en la primera mitad), marcaron por completo el devenir del encuentro. Los burgaleses, alentados por su afición, hicieron valer su estado de forma para llevarse consigo una diferencia de cinco goles tras el pitido intermedio (19-14).

Nada cambió en la segunda mitad, en la que el Tubos Aranda tuvo tiempo para arrollar y gustarse ante los suyos. La irrupción de los jóvenes Alberto González o Alejandro Miguel fueron algunas de las notas más positivas en los últimos compases. Los ribereños llegaron a acumular una ventaja de hasta nueve tantos y culminaron el encuentro con un merecido 35-30 a su favor.

Tarde plácida en el Santiago Manguán para despejar los posibles fantasmas de las anteriores jornadas. De esta forma, los de Mariano Ortega se sacan la espina del partido de ida, y celebran su primera victoria en esta segunda fase por el título. Reencuentro inmejorable con la hinchada y chute de adrenalina antes de visitar a Trops Málaga el próximo fin de semana.