Después de 36 años y más de medio centenar de viajes por todos los países del Viejo Continente -a excepción de Moldavia-, la Casa de Europa, asociación que ha agrupado hasta 1.500 socios, se ha disuelto. La única razón, según su eterno presidente y fundador, José Sagredo, es la falta de relevo en la directiva. Nadie ha querido ponerse al frente de este colectivo y esto ha supuesto el fin de una aventura iniciada en 1988, dos años después del ingreso de España en la Unión Europea. Sagredo, que vio quebrada hace unos meses su salud, ha intentado que algún socio se pusiera al frente de la Casa de Europa, sin suerte, lo que ha llevado a su liquidación. «Hay un tiempo para nacer y otro para morir», reflexiona Sagredo, que reconoce haberse dedicado en cuerpo y alma a este colectivo durante todos estos años pero no encontrarse ya en condiciones de seguir haciéndolo.

«Sin apoyo no puedo continuar. Y lamentablemente no se ha dado ese escenario», apostilla este profesor y exconcejal de Cultura del Ayuntamiento de Burgos. Le da una tristeza profunda que ese sueño que ha sido la Casa de Europa en Burgos se haya tenido que extinguir, «pero en las condiciones actuales no se podía. Yo no podía continuar al frente y nadie ha dado el paso para tomar el testigo». Además de los viajes por toda Europa, Sagredo destaca la importancia que han tenido las llamadas 'semanas europeas' que cada año se celebraban en la ciudad. «Han venido por Burgos la mayoría de los embajadores de los 28 países que llegaron a integrar la Unión Europea [ahora son 27]. Fueron muy generosos con nosotros». 

En todos estos años, la Casa de Europa sólo ha tenido un objetivo: reivindicar mediante conferencias, viajes y organización de eventos culturales y de hermanamiento el espíritu de unión y concordia con el que nació la Unión Europea. Cada domingo más cercano al 9 de mayo, Día de Europa, se hizo tradicional el izado de banderas de los países miembros; cita en la que siempre estuvieron presentes todas las autoridades de la ciudad.

Con motivo del Día de Europa, cada mes de mayo la asociación convocaba al tradicional izado de banderas de los países de la UE. - Foto: Patricia

De la huella indeleble que deja la Casa de Europa en la sociedad burgalesa habla a las claras el hecho de que esta asociación fuera reconocida en el año 2015 con el título de 'Buen Vecino de Burgos'. Ese día, José Sagredo aseguró que dos de cada cien burgaleses pertenecían o habían pertenecido en algún momento a la asociación, a la vez que expresó su satisfacción afirmando que seguirían trabajando para acercar Europa a Burgos y viceversa. Se consiguió unos cuantos años más. Hasta ahora, en el que se ha esfumado ese sueño europeo enraizado en Burgos.

Un colectivo tan numeroso y longevo ha acumulado en este tiempo mobiliario de oficina y un fondo procedente de las cuotas de los socios. Según ha explicado a este periódico Sagredo, todo el material ha sido donado a Aspanias, mientras que el dinero -en torno a los 16.000 euros- han sido ya entregados a Cáritas. En este tiempo, la Casa de Europa ha realizado también publicaciones. Quizás la más importante de todas sea 'Europa mi país. Los viajes más hermosos', firmado por Sagredo con ilustraciones de Emilio Miguel y Laura Miguel. Se trata de un libro que narra el camino y la trayectoria, en su vigésimo aniversario, de la Casa de Europa en Burgos, de sus encuentros culturales con los distintos países que conforman Europa, y de los fascinantes viajes realizados que se describen de manera muy viva y sabia todos los países visitados, y donde se proponen en total 33 rutas con sus planos e itinerarios para disfrutar y conocer de Europa.