El comercio mirandés pincha en la venta online

ARSENIO BESGA / Miranda
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El sector ve las plataformas digitales como otro «escaparate» para llegar a más personas y «fidelizar» a los clientes, pese a que supone un «esfuerzo» añadido

En Feeling venden a través de redes, pero apuestan más por el trato directo. - Foto: A.B.

La digitalización se está extendiendo por todos los sectores económicos, también por los pequeños negocios mirandeses. En la Cámara de Comercio, por ejemplo, explican que en sus «píldoras informativas» existe un listado muy amplio de establecimientos que «se enfocan por el márketing digital», aunque también reconocen que «en la venta online hay menos casos». Esa misma percepción tiene Sonia Araico, la presidenta de la Asociación Comarcal de Empresarios del Comercio y Actividades Afines (Acecaa), pues explica que «las redes sociales son bastante importantes y la mayoría de locales las tienen» porque se alzan como otro «escaparate» con el que «llegar a más gente».

Ahora bien, Araico comenta que, incluso las personas captadas en redes sociales, tiene DNI mirandés. Por ese motivo la presidenta de Acecaa aboga más por «la tienda física y lo que es el comercio en persona», ya que luchan «por profesionalizarlo y por un trato directo». En realidad, hasta los negocios que trabajan con esas plataformas digitales de venta se sienten más cómodos con el modelo tradicional. Buen ejemplo de ello lo compone Carlos Martínez, de Feeling Man Moda, quien cuenta que en la pandemia incrementó el uso de las redes sociales para dar salida a los productos, pero percibe que «los clientes vienen por una compra más personal, por la atención y el asesoramiento».

Martínez reconoce que el sistema digital facilita la «fidelización» de los compradores, en tanto que la mayoría de ventas en Instagram o Facebook las protagonizan personas que ya han acudido al establecimiento, han cogido confianza y apuestan por la vía digital para moverse rápidamente. En Brotes Verdes, la tienda de artesanía centrada en las plantas de la Plaza de Abastos, opinan lo mismo. Su gerente, Dolores Ramos, explica que está impulsando mucho sus perfiles sociales y casi el 100% de lo que vende en ese formato es gracias a que viaja «a muchas ferias y el contacto directo es el que abre la puerta», pero añade que con los soportes online el cliente puede «repetir y contactar mucho más fácil».

No obstante, también resalta, al igual que Araico y Martínez, que en las redes no solo hay ventajas. Desde su punto de vista, requieren un «esfuerzo» añadido para «actualizar constantemente» el contenido. Tanto es así que, por ejemplo, en Feeling y otros muchos negocios han externalizado esa función. 

Además, el esfuerzo aumenta cuando la digitalización se extiende más allá de las redes. Ramos es una de las pocas que dispone de su propio portal digital desde hace un par de semanas y explica que «el mantenimiento y la cuota de una página web para un comercio pequeño es alta, es una inversión que no sabes si compensa». Aunque, eso sí, de momento probará esta función, sin perder de vista ese «valor añadido» que en todos los negocios defienden cuando hablan del trato «cara a cara».

En Acecaa, pese a todo, insisten en que cada establecimiento debe guiarse por sus propias necesidades y ser consciente del «tipo de producto que posee». La presidenta de la asociación resalta que el trabajo en redes sociales «de inicio no es una gran inversión, pero necesita, aparte del mantenimiento, que se miren bien las características de cada comercio», porque no tiene la misma utilidad para todos. Araico apunta también que «la página web depende todavía más del tipo de producto, porque además son palabras mayores porque necesita un mayor mantenimiento  continuo». Por ejemplo, según dice, para «el sector textil» la exposición en medios digitales «está bien», aunque antes de dar el salto los comerciantes deben «tener claro para qué nos pueden servir las herramientas» y en qué ámbitos son verdaderamente efectivas.