La patronal del metal avisa: no habrá alegrías salariales

L.M.
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Femebur hace un balance pesimista de la salud de la industria metalúrgica en Burgos y recuerda que la subida de las retribuciones desde 2008 es 14 puntos superior a lo que ha crecido el IPC en la provincia

Andrés Hernando, presidente de Femebur. - Foto: Alberto Rodrigo

La patronal de la industria metalúrgica de Burgos (Femebur) ha sido el último actor que se ha juntado para ver cómo afrontar las negociaciones para la renovación del convenio del metal en la provincia, que afecta a las condiciones, tanto laborales como salariales, de más de 20.000 empleados. La semana pasada se reunió la dirección para abordar la situación de un sector que, en palabras de su presidente, Andrés Hernando, "es difícil", y pone como ejemplo la reducción de plantilla y la rescisión de contratos que están llevando a cabo las grandes compañías radicadas en la provincia. "Estamos en una situación complicada como para permitirnos alegrías", apunta Hernando.

Admite el presidente de Femebur que el sector metalúrgico burgalés está perdiendo competitividad con respecto a otros territorios cercanos; "la prueba está en que no viene ninguna empresa, los que estamos nos mantenemos a duras penas", lamenta. El gremio de instaladores eléctricos, indica Hernando, es uno de los más castigados; "no pueden competir fuera de Burgos y aquí vienen otros a colocar instalaciones", critica. Desde el año 2008, cuando estalló la crisis económica, el convenio provincial ha subido los salarios un 24% según Femebur, mientras que en ese mismo periodo, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha escalado algo más de diez puntos. "Tenemos una de las jornadas laborales más cortas de España", explica el presidente de Femebur.

"Hay bastante distancia". Andrés Hernando admite que hay "bastante distancia" entre ambas partes, aunque "no nos hemos planteado nada porque no tenemos absolutamente nada", apunta. "La situación está muy complicada", insiste de nuevo el portavoz de la patronal metalúrgica burgalesa, que recuerda que hay diferencias "de más del 25% entre nuestro convenio y el de provincias limítrofes con las que compiten muchas de las empresas", admite.

El sindicato UGT fue el primero que reunió a buena parte de sus delegados para conformar la plataforma de negociación del convenio del metal. Entre sus exigencias, que tratarán de poner en común con CCOO, exigirán una subida del 3% en las retribuciones o perder los dos días de jornada laboral que se ganaron con motivo de la crisis económica. También buscarán regular la subrogación entre compañías para evitar diferencias sustanciales entre las condiciones y los salarios de trabajadores que ejerzan una misma tarea.

Por su parte, Comisiones Obreras planteó ante sus afiliados y representantes un incremento del 2,5% -aunque admitió no sería una línea roja para aunar fuerzas con UGT- o una reducción de jornada de 8 horas para los trabajadores a tiempo completo y de 14 horas para los de partida, ya que según el convenio del metal, estos últimos tienen una mayor jornada anual que los que están a continua. También urgirán para que se implanten los planes de igualdad en todas las compañías en activo.