«La ambición del yihadismo por Al-Ándalus es una amenaza real»

R.P.B.
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El burgalés Fernando Pinto Cebrián, exagente del CNI, desentraña en su último libro las claves por las que el extremismo islámico no va a cejar en su empeño de reconquistar un «paraíso perdido»

Pinto Cebrián es un fino analista en temas de terrorismo. - Foto: Alberto Rodrigo

La amenaza yihadista no se ha diluido.Ni mucho menos: ahí está la reciente muerte del líder de Al-Qaeda, Ayman al Zawahiri, a manos de la Inteligencia de Estados Unidos. Y España es uno de los países que más está en el punto de mira tanto por Al-Qaeda como por elEstado Islámico. ¿La razón? Al-Ándalus, «una tierra paradisíaca arrebatada al Islam por la fuerza, un territorio del Islam que ha de ser reconquistado, irrenunciablemente recuperado, suturando así la 'herida abierta', 'sangrante', 'ultrajante', 'humillante'..., que supone para el yihadismo que continúe aún en poder de cristianos, de los cristianos españoles». Así lo afirma en su último libro el historiador y exmilitar burgalés Fernando Pinto Cebrián, uno de los mejores conocedores del terrorismo islamista, un hombre que trabajó sobre el terreno durante mucho más formando parte de los servicios de inteligencia españoles, empapándose de una realidad que hoy constituye una de las principales amenazas para los países europeos occidentales.

En Al-Ándalus. Humillación histórica al yihadismo (Ediciones Áltera), el exagente delCNI desgrana algunas de las claves de este peligroso peso del pasado para con el presente y el futuro de España. «Al-Ándalus es considerado en la actualidad como la puerta de Europa para los terroristas de actuación global/universal: un espacio que siempre ha estado en la mira de los yihadistas, en la idea obsesiva de su reconquista, y hacia ese fin, buscado consciente y permanentemente, han dirigido esfuerzos (considerados por ellos legítimos) propagandísticos, amenazas y acciones terroristas (en el recuerdo más cercano: Barcelona y Cambrils), tanto directas como indirectas, fuera y dentro del país».

No todo es estrategia y política.Asegura Pinto Cebrián que también esta parte de España es objetivo yihadista desde un punto de vista religioso: «representa otra motivación para el yihadista, ya que entienden Al-Ándalus como una tierra por derecho musulmana a todos los efectos que debe ser recuperada y así lo refieren en su propaganda: Al-Ándalus es un territorio perdido 'por la desunión de los musulmanes y la maldad de los cristianos españoles'». Lo que supone para los yihadistas, en su pensamiento actual, desde su fanatismo, «una reislamización -tras la reconquista de Al-Ándalus- a sangre y fuego, considerada necesaria por cuanto el Islam es para los musulmanes, más radicalmente para los yihadistas, la única religión verdadera, al ser la última religión revelada y corregir a las otras monoteístas, judaísmo y cristianismo, razón por la que el islam quedó completamente cerrado, no admitiendo cualquier innovación adaptativa, actualizada, a los nuevos tiempos de la interpretación del Corán y por la que los yihadistas, sin admitir la libertad de conciencia y religiosa, ven a los cristianos como enemigos junto a todos aquellos que no viven en su Islam».

Simbolismo. En el imaginario genérico de instaurar un califato global bajo su interpretación del Islam, Al-Ándalus es y seguirá siendo objetivo, nostálgico y obsesivo, del terrorismo yihadista por varias razones, según el exagente de Inteligencia: además de por su simbolismo, «por la eficacia de las Fuerzas yCuerpos de Seguridad delEstado contra el yihadismo, el importante número de presos yihadistas en las cárceles españolas y su importancia como una de las más significativas naciones de Occidente que defienden el Islam moderado frente al islamismo radical. Razones que, incrustadas firmemente en su imaginario, en su ideario, se reafirman con las referencias constantes y obsesivas de los líderes yihadistas tanto en el ámbito internacional general como aquel de los magrebíes/sahelianos en particular, a la necesidad de la reconquista de Al-Ándalus (objetivo esencial para su futuro califato), a la que suman Ceuta y Melilla, territorios africanos usurpados por los cristianos, como objetivo privilegiado por su situación africana y el avance continuado en ellas; un objetivo que, por serlo y con su continuada referencia en comunicados, discursos …, reforzada por un planteamiento, que viene de lejos, subjetivo, distorsionado e idealizado en provecho de sus intereses, de la historia mítica de Al-Ándalus, ya es una amenaza en si misma». 

Así, para hacerse con el poder de Al-Ándalus, subraya el historiador, siguen el planteamiento general «de aprovechar y exacerbar todas las debilidades/vulnerabilidades (agravios sociales de todo tipo) que encuentran (algunas acentuadas por la pandemia del coronavirus), y las que detecten en cada momento, sin despreciar ninguna, así como el particular del empleo de una agresiva y brutal violencia en el momento que sus seguidores lo ven posible o lo consideren necesario; violencia en aplicación de su yihad siempre justificada que emplea cualquier método o procedimiento que se considere (presiones de todo tipo, amenazas de muerte, atentados indiscriminados, chantajes, terroristas suicidas...).

La pandemia. Afirma Fernando Pinto que desde siempre, el yihadismo se intenta aprovechar de toda debilidad occidental. Y que la covid-19 fue vista así: «para los yihadistas del Estado Islámico la pandemia, considerada por Al Qaeda como 'el más pequeño de los soldados de Alá', sin tener en principio en cuenta sus infectados 'constituye un regalo de Alá, un 'tormento' divino contra los cruzados'». Así, la pandemia empujó inicialmente al Estado Islámico a intentar «atacar a los infieles en sus casas, en su domicilios, pero viendo la acción del coronavirus sobre sus seguidores aconsejó después  no atentar en Europa para evitar el contagio siguiendo el hadith, que dice que no hay que entrar en zonas infectadas ni salir de las que lo están, al tiempo que daba a sus seguidores una serie de consejos proféticos a seguir en la base de confiar en Alá, dado que todas 'las enfermedades no golpean por si mismas, sino por orden de Alá' Consejos basados en la Sharía o Ley Islámica».

Otra conclusión del último análisis de Pinto sobre el yihadismo es que la idea de recuperación de Al-Ándalus es una gran amenaza por todo lo expuesto y por la pertenencia del país «a Europa, a la OTAN y por participar dentro y fuera de España en la lucha contra el yihadismo; es una causa más para la posible comisión de atentados en nuestro suelo o, fuera de él, contra los españoles y sus intereses nacionales».Esta realidad, subraya, «ha empujado a los países europeos, y por ende a España, a considerar el continente africano, un tanto olvidado hasta ahora, clave para su seguridad y a intervenir en razón del peligro que supone llegar a tener al enemigo yihadista en la orilla sur del Mediterráneo. Un peligro que se hace cada día más presente ya que, ante el actual deterioro de la situación en la región (aumento sustancial de la actividad yihadista de los grupos terroristas filiales de AQ y del EI (crecidos con los combatientes, incorporados en su día, procedentes de Siria e Irak), de la violencia del crimen organizado, golpes de Estado..., se vislumbra la posibilidad de una derrota política y militar europea en el frente abierto en la región».