Tirados en tierra de nadie

S.F.L.
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Renfe vació ayer un tren que iba de Burgos a San Sebastián para dar servicio a los viajeros de otro convoy que se quedó parado en Briviesca por una avería. La consecuencia: usuarios varados horas en una terminal cerrada y sin el mínimo servicio

Renfe cambió la ruta al tren que se dirigía al País Vasco para que transportara a los viajeros del convoy averiado. - Foto: S.F.L.

Raquel debería haber llegado a Burgos a las 14.34 horas exactamente porque tenía un examen, pero su tren partió de la estación de Briviesca a las 15.15. Una «incidencia técnica sin gravedad», según explicaron fuentes de Renfe a este periódico, provocó que los centenares de viajeros que se dirigían a la capital de provincia, Valladolid o Madrid abandonarán sus vagones tras esperar más de media en el interior sin recibir «ningún tipo de explicación», comentaba la joven con tono nervioso. De pronto, el regidor abrió las puertas y ordenó que salieran, cruzaran las vías y montaran en el convoy que esperaba al otro lado, que se dirigía a San Sebastián pero que cambió la ruta. Una vez que el último pasajero ocupó su asiento, inició el nuevo trayecto.

Sin embargo, la espera de los usuarios de ese tren -con rumbo al País Vasco- que se vieron obligados a ceder sus butacas a los viajeros que iban en el averiado, se demoró durante más de una hora en plena calle a una temperatura que rozaba los 29 grados a las 15.00 horas. Las condiciones no eran las mismas ni tan buenas. Al resguardo de los abrasadores rayos solares en la oficina de la estación o bajo el tejado de la misma, los más pacientes aguardaban en silencio. Otros con más prisa se lamentaban de lo ocurrido.  

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)