Han pasado ya 14 jornadas y dos entrenadores por el banquillo del Burgos CF Promesas y el filial blanquinegro no acaba de funcionar. Es último con 8 puntos en su casillero, el equipo que ocupa la plaza de play out le dobla en puntuación y la salvación la tiene a 10 puntos. La dinámica del equipo es preocupante y, pese a que aún queda más de la mitad de la temporada por disputar, la salvación comienza a parecer una utopía.
Al equipo le ha costado competir desde el inicio y es que se trata de un bloque totalmente nuevo que cuenta con jugadores de calidad, pero que no acaba de funcionar como un colectivo. Se han podido ver destellos de calidad a lo largo de la temporada, aunque la mayoría han sido a título individual y la fortaleza como grupo no acaba de emerger.
Los números son tozudos en el caso de los blanquinegros y reflejan la realidad que vive la escuadra de Castañares. A esos 8 puntos de 42 posibles se le unen 27 goles en contra y 7 a favor, lo que convierten al Burgos CF Promesas en el equipo que más encaja del grupo y al que menos mete. Le hacen casi 3 por partido y marca 1 de cada 2 partidos.
La situación es complicada y es que la mejoría debe llegar de forma inmediata y ser importante. Se trata de una plantilla muy joven, la mayoría de ella sin experiencia en la competición y que además se está encontrando con rivales importantes y muy competitivos.
Comenzó la campaña Carlos Aguilera, que fue destituido tras conseguir 2 puntos en 7 partidos. Llegó Álex Albístegui, que ganó sus dos primeros encuentros, pero fue un espejismo. El equipo ha perdido los 5 últimos encuentros en los que ha encajado 12 goles y ha logrado 1.