Un último trimestre aciago dispara los accidentes laborales

G. ARCE / Burgos
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Preocupa la sucesión de siniestros graves en la industria durante las últimas semanas. Hasta el pasado mes de octubre, Trabajo contabilizaba 7 fallecidos (2 en itinere) frente a los 11 del pasado año

Imagen de los accidentes laborales ocurridos en unas obras de reforma del polígono de Burgos-Este. - Foto: Valdivielso

Sin un patrón aparente, la cifra de accidentes laborales con baja en Burgos no ha dejado de crecer desde el fin de la pandemia y tampoco a lo largo del año que termina. Hasta octubre, último mes analizado por Trabajo hasta la fecha, se han registrado 4.889 sucesos en la provincia, 400 de ellos en desplazamientos desde o al lugar de trabajo (in itinere). Son 260 más que hace un año, la gran mayoría de carácter leve, aunque hay que lamentar 7 muertos frente los 11 que se registraron en el mismo periodo de 2022. 

El último trimestre (no recogido en su totalidad en la estadística oficial) ha estado salpicado de incidentes graves en diferentes actividades y centros de trabajo de la provincia, una sucesión que preocupa. A principios de octubre, el martes 5, una trabajadora de Rheinmetall Expal Munitions, la fábrica de armamento del páramo de Masa, resultaba herida grave por metralla al estallarle una granada. Perdió una falange de un dedo en el siniestro, entre otras heridas. 

Unos días después, el martes 10, una explosión en la planta briviescana de Tranorsa, dedicada al mantenimiento de bombonas de butano y propano, se saldaba con 3 trabajadores heridos de gravedad por quemaduras de diversa consideración. 

Unos días después, el lunes 23, otros tres operarios resultaban heridos -una mujer grave- al caerles encima unas placas en los trabajos de reforma que se acometían en unas naves en el polígono Burgos Este. El suceso ocurrió durante unas labores de descarga de material y tras el fallo de uno de los anclajes que sujetaban el material.

En noviembre (día 28) se dio noticia de la caída de una escalera de un trabajador en Los Balbases que estaba trabajando en la colocación de canalones en el tejado de una vivienda.

Diciembre ha seguido con la misma tónica. En la mañana del miércoles 13, el vertido de un líquido corrosivo afectaba y causaba heridas a tres empleados de la empresa Coquinesa, ubicada en el polígono de Villalonquéjar.

Crecimiento. Son siniestros que se irán incorporando a la estadística oficial en sus próximas actualizaciones. Estos días se han conocido los datos acumulados del año hasta octubre, que confirman que el número de accidentes con baja continúa en crecimiento.

En concreto, se han registrado 4.489 accidentes, a los que hay que sumar otros 400 sucedidos durante los desplazamientos al o desde el centro de trabajo. Son, en ambos casos, cifras superiores a las del pasado año.

La siniestralidad crece en el sector servicios (2.260 accidentes) y en la industria (1.497), aunque la gravedad de los accidentes baja y también la mortalidad. Pero hay que lamentar 7 fallecidos: dos en el sector agrario e industrial, respectivamente, uno en servicios y otros dos en in itinere.

La rama de servicios 'más peligrosa' es la del comercio al por menor (307 accidentes), seguida del servicio de comidas y bebidas (267), transporte terrestre (192) y asistencia en residencias (177). 
Por los que respecta a la industria, en la alimentaria se han contabilizado 376 siniestros hasta octubre, 249 en la fabricación de productos metálicos y 135 en la fabricación de productos no metálicos.

Hombres. La gran mayoría de los accidentes son de carácter leve, aunque provocaron la baja laboral del afectado y alteraron la normal actividad de las empresas. Dislocaciones, esguinces y distensiones o heridas o lesiones superficiales aparecen en la mayoría de los partes de baja, seguidas por conmociones heridas internas y fracturas de huesos.

El principal causante de las muertes durante la jornada laboral son los infartos, derrames cerebrales y otras causas estrictamente naturales. La mitad de los trabajadores fallecidos en España sufrieron este tipo de accidentes cardiovasculares, la mayoría fatales si no se atienden a tiempo.  

Le siguen los causados por accidentes de tráfico, los atrapamientos o los golpes contra un objeto inmóvil, entre otras causas.

Según los balances, las víctimas mortales son mayoritariamente hombres y asalariados, que trabajan como conductores u operadores de maquinaria móvil, peones o empleados de escasa cualificación.

Por cada mujer accidentada se registran 3 bajas de hombres por la misma causa. Las víctimas se mueven en una franja de edad crítica: entre los 46 y 55 años.