El agua, a las puertas de una casa en Cabezón de la Sierra

I.P. / Burgos
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Durante dos horas una fuerte tromba de lluvia y granizo desbordó el arroyo Matarredonda y se temió por la vivienda ubicada más cerca del cauce

El arroyo se desbordó y llegó a la calle La Fuente, amenazando a la casa de fachada blanca, aunque el agua no la traspasó. - Foto: DB

Hacia las dos de la tarde el cielo de Cabezón de la Sierra se oscureció con ese tono que no dejaba lugar a dudas que iba a caer una buena tromba de agua, como así fue, acompañada además de granizo que en poco tiempo dejó una alfombra blanca en los prados y monte bajo alrededor de la localidad, pero sin llegar al casco urbano, lo que no evitó que los vecinos se temieran lo peor, aunque finalmente fue más el susto ya que no hubo daños que lamentar.

La fuerte tormenta de agua se prolongó durante unas dos horas, por lo que entre la lluvia y el granizo que esta fue arrastrado, el arroyo Matarredonda -que hasta horas antes se podía cruzar andando por alguna zona- se desbordó, amenazando a una vivienda que se encuentra a unos ocho o nueve metros del cauce, y que está habitada por dos mujeres, madre e hija.

La alcaldesa, Esperanza Lacalle fue de las primeras vecinas en acercarse -poco a poco lo fueron haciendo algunos vecinos más- hasta esa zona temerosa de que el agua entrara en la casa y hubiera que desalojar a las dos mujeres y achicar agua. La regidora llamó inmediatamente a los bomberos y a la Guardia Civil, aunque el temporal fue amainando y finalmente, los primeros no tuvieron que desplazarse hasta la localidad ya que el agua, que se había quedado a apenas dos metros de la puerta de la vivienda, poco a poco se fue desplazando de nuevo al arroyo. El susto, en todo caso, no se lo quitó nadie ni a Lacalle ni a las dueñas de la casa que temían que efectivamente se les pudiera inundar su hogar y perder sus enseres.

Hacia las 17,30 horas, la situación ya se había estabilizado y las calles estaban limpias. La alcaldesa  no perdió de vista el barrio de la Fuente, donde está la casa cercana al cauce. También a última hora de la tarde los agentes de la Benemérita volvieron a esa zona para comprobar que no hubiera desperfectos y que las propietarias de la vivienda estaban bien. Esperanza Lacalle reconoce que a pesar de la fuerte tromba en el núcleo del pueblo más céntrico no se registraron problemas, y agradece el interés de los bomberos, Guardia Civil y también de la Subdelegación de Gobierno, desde donde se pusieron en contacto con ella para interesarse por la situación. Lacalle recuerda que al estar cerca del arroyo, esa casa se ve amenazada cuando hay fuertes lluvias, como hace 12 años cuando se tuvo que levantar un muro para evitar que se inundara.