En mitad de un 2022 negro en la ciudad, con 6 fallecidos por atropello, el equipo de Gobierno anunció a bombo y platillo que iba a 'inundar' de radares la ciudad, como una de las medidas para «pacificar» el tráfico en la capital. Tras no tener partida en el Presupuesto de este año y en un ejercicio en el que, por fortuna, no ha habido que lamentar muertes por accidente en Burgos, parecía que la idea había perdido fuerza. Nada más lejos.

En la última y millonaria modificación presupuestaria que ha llevado a cabo el Ayuntamiento ha reservado una partida de 480.000 euros para la adquisición de una decena de cinemómetros fijos y la Policía Local ya tiene preparados los pliegos para licitar su compra. Asimismo, y con informes de la Unidad de Investigación de Accidentes, el Cuerpo ha hecho ya un primer esbozo de cómo va a quedar el mapa de Burgos con los nuevos medidores de velocidad.

Para empezar, es muy posible que esa decena se quede en ocho, puesto que el precio de estos aparatos -cada vez más avanzados- se ha encarecido. Para seis de ellos existe ya una localización casi exacta. Dos serán instalados en la calle Vitoria, la vía de la ciudad donde -por su extensión- más siniestros de circulación se producen. Uno de ellos se emplazará, con toda probabilidad, entre Santa Bárbara y Esteban Sáez Alvarado, mientras que el otro irá en el tramo entre la Plaza del Rey y San Lesmes (...).

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