El rey del arroz con leche

A.C. / El Crucero de Montjia
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Con materia prima de Espinosa de los Monteros y la receta centenaria de su padre, Manuel Trueba, del Restaurante El Crucero, gana el festival del tradicional postre asturiano de Santolaya de Cabranes, Fiesta de Interés Turístico Regional

Manuel Trueba Arenas, en la cocina de su negocio con las raciones que acababa de elaborar con 15 litros de leche. - Foto: A.C.

En Santolaya de Cabranes el domingo 14 se hizo el silencio cuando el presentador de la 44 edición del Festival del Arroz con Leche dijo que este año el premio se iba fuera de Asturias. Entre todos los participantes solo había dos foráneos. Uno era Manuel Trueba, propietario del Restaurante El Crucero, un hostelero emprendedor que lleva una década participando en este certamen gastronómico, Fiesta de Interés Turístico Regional. Llegó al concurso de la comarca de la Sidra tras conocerlo en unas vacaciones por pura casualidad, pero quizás el destino quería que cada año rindiese un pequeño homenaje a su padre, Gabino Trueba, de quien heredó una receta familiar centenaria del considerado como el postre típico asturiano.

Manuel dice que "no tiene ningún misterio", pero admite que el sábado, cuando transformó una vez más 15 litros de leche pasteurizada "de primera" de la ganadería espinosiega de Ortiz hizo un arroz con leche "que temblaba el cielo". Precisamente le ayudó la estabilidad del clima de ese día, un factor que este maestro de los postres asegura que es fundamental durante las tres horas que tarda en prepararlo. Un cambio de temperatura o la aparición de una tormenta pueden dar al traste con todo el trabajo. Su muestra de arroz y las del resto iban en recipientes idénticos con un número. El jurado no tuvo así oportunidad de conocer sus identidades.

Manuel, muy emprendedor junto a su mujer Rosana Urrestarazu, relevó a su padre en lo que entonces era un pequeño bar de comidas en 2001. El negocio lo fundó la familia Sainz Rozas en 1850. Después lo compró Desiderio San Millán y su padre, de origen cántabro, lo alquiló en 1977, cuando tuvo que regresar de Méjico y dejar atrás una ganadería que llegó a reunir 600 cabezas de vacuno de leche. Manuel recuerda que los días que había poco que hacer, Gabino se enfrascaba en cocinar arroz con leche para la familia y dejaba a su mujer sin vajilla, porque no tenía límite con las raciones. "Decía que si un restaurante no tenía arroz con leche, no era un buen restaurante", dice sonriendo. Así que cuando su hijo reformó la casona y convirtió el antiguo garaje en un comedor de 90 plazas, Gabino se hizo cargo, como no podía ser de otro modo, de elaborar el arroz con leche en el flamante restaurante.

Enfermó en 2011 y "estando en la cama me preguntó si hacía arroz con leche en el restaurante", recuerda Manuel. Al saber que sólo él conocía el secreto que le había contado "la tía María", decidió explicárselo a su hijo, que poco a poco comenzó a elaborarlo. Era lo único que entonces cocinaba y ahora en su menú diario sólo entran sus postres caseros, natillas de la abuela, tarta de queso, cuajada, yogures artesanos y mucho más.

En 2011, al restaurante se sumó el hotel rural El balcón de Montija, con once habitaciones dobles, y en unos meses abrirán en Villalázara, a solo un kilómetro, una casa rural de alquiler completo. Estos emprendedores, que dan empleo a seis personas, están "luchando mucho sin mirar las horas, pero con alegría". El resultado es un negocio con clientela fiel que aprecia las carnes de la ganadería familiar y la cocina casera con producto local, muchos comensales de paso por su cercanía a la CL-629 y turistas que cada vez llegan de más al sur. Los últimos que llenaron el hotel venían de Murcia. Seguro que probaron el arroz con leche.