El Ayuntamiento de Miranda debe solucionar varios aspectos relacionados con la Escuela Infantil de Anduva. Este edificio se construyó en 2012 y ese mismo año arrancaron las clases gestionadas por una empresa. El modelo continúa más de diez años después, pero el inmueble ha sufrido un importante deterioro en este tiempo. Para empezar, esta instalación municipal está sin calefacción, a pesar de que en el Presupuesto de este año aprobado a finales del mes de enero había una partida de 6.500 euros para comprar una nueva caldera. Además, los profesionales que trabajan en ella y los niños que llenan sus clases conviven con un problema de goteras y también existen humedades por las paredes.

La concejala responsable de Educación, Cristina Ferreras, confirma esta situación y anuncia que tratan de poner todas las soluciones de las que disponen, aunque reconoce que no sabe cómo se ha llegado a esta situación con el curso tan avanzado. «No sé por qué no se ha solucionado antes», asume la responsable municipal, que tomó el cargo en julio tras las elecciones.

Lo que parece que tendrá una solución más rápida es la necesidad de una nueva caldera. El Consistorio la ha adquirido recientemente y la edil admite que «está pedida y tardaremos lo que tarden en traerla». Mientras esta situación no se desbloquea, el centro no podrá poner la calefacción, pero tampoco usar agua caliente. Además, hay que tener en cuenta que los fallos en este equipo ya estuvieron presentes a finales del curso pasado, aunque se ha entrado en el mes de noviembre sin que esté resuelto.

El otro punto en el que la edil indica que actuarán tiene que ver con las goteras. Ayer mismo ya se pasaron responsables de la brigada de obras para ver la magnitud de las filtraciones y ver qué podían resolver, puesto que esta situación también se arrastra en la escuela desde hace tiempo. En este caso, Ferreras apunta que «este es un problema de la cubierta, pero para arreglarla habrá que meterlo en el Presupuesto del año que viene». De esta manera y a la espera de la dotación económica, llegaría la «solución definitiva», aunque mientras tanto la concejala reconoce que tendrán que conseguir una provisional para que no entre el agua y poder pintar las paredes en las que hay humedades. 

Más allá de esto, Ferreras avanza que las obras definitivas en caso de contar con el presupuesto llegarían en verano, «porque no vamos meternos a trabajar con los niños dentro», aclara la responsable municipal, quien apunta que la escuela infantil solo cierra en agosto, por lo que tendrían que aprovechar ese momento.

Más material. Lo que también parece que está cerca de solucionarse es la falta de cierto material. Este curso la escuela infantil cuenta con cerca de 70 niños de cuatro meses a tres años, por lo que sus necesidades en cocina han crecido respecto a otros años. En este sentido, Ferreras explica que bajarán electrodomésticos de la guardería de Bayas que está sin uso. De ahí podrán conseguir un congelador, una secadora o un lavavajillas, porque ahora solo se dispone de uno para fregar. 

La concejala añade otros elementos para reforzar el centro de Anduva como menaje de cocina, juegos, estanterías, mobiliario infantil, como cunas, camas y tronas, junto a otros artículos propios de una escuela de este tipo.