Un vecino de Villahizán pagará la reconstrucción de la iglesia

R.E.M. / Villahizán de Treviño
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La torre, caída en 1988, y todas las paredes del templo de San Martín se arreglarán con la donación de un particular. Al poner la cubierta se le dará uso cultural, ya que Santa María se emplea para lo religioso

Carlos Avendaño, presidente de la Asociación Cultural Amigos de San Martín, muestra el ruinoso estado del templo. - Foto: Luis López Araico

El milagro que tantos pueblos esperan para salvar su patrimonio histórico ha llegado a Villahizán de Treviño. En 1988 se derrumbó la torre y la techumbre de la iglesia de San Martín y desde entonces se extiende el calvario para este inmueble, que ahora se encuentra en ruinas y sin uso. Pero su situación dará un giro en los próximos meses gracias a la ayuda de un vecino, que se encargará de pagar de su bolsillo la reconstrucción de la torre y la consolidación de las paredes.

Encontrar financiación suele resultar una de las tareas más complicadas para los pequeños municipios y en múltiples puntos de la provincia se ha optado por lanzar micromecenazgos para recaudar granito a granito. En Villahizán, que cuentan con 72 vecinos, han tenido la suerte de localizar a un colaborador esencial para esta obra. Se trata de un empresario de Burgos con vinculación directa con el pueblo, que siempre había estado implicado en la rehabilitación de la iglesia y que ahora dará el paso definitivo para que San Martín vuelva a lucir con todo su esplendor.

Carlos Avendaño, presidente de la Asociación Cultural Amigos de San Martín de Villahizán, comenta que recientemente se ha reactivado el proyecto y expone la alegría con la que han recibido este impulso económico. La obra permitirá reconstruir entera la iglesia, al incluir todas las paredes y también la torre, que se trata de la zona más destrozada. Sin embargo, quedará para una segunda y definitiva fase la parte de la cubierta. Para eso se deberá buscar financiación y ya barajan diversas ideas para poder reunir el dinero, como el lanzamiento de un crowdfunding.

En este momento lo más importante pasa por arrancar el proyecto que ya tiene financiación y se prevé que los trabajos arranquen de cara a otoño y que tengan una duración de medio año. Eso sí, desde la asociación aseguran que desconocen el coste total que tendrá, pero viendo la dimensión de todo lo que se arreglará no parece una cuantía alcanzable para cualquiera. «La caída de la mitad de la torre provocó que se desprendiera el tejado y eso resultará lo más complejo, mientras que en las paredes habrá que revocar la piedra y unir todas las juntas», explica Avendaño.

En 2008 se creó esta asociación con el principal objetivo de reconstruir esta iglesia y se puso en marcha un convenio con la Diócesis de Burgos, por lo que durante estos años han llevado a cabo algunas iniciativas como el vaciado de piedras y restos de escombros, el cerramiento exterior de las piedras para poder utilizarlas en el futuro, la construcción de la puerta exterior con cerradura y clavos forjados. Y para ello también ha resultado esencial la colaboración de Adeco Camino, de la Fundación Gutiérrez Manrique, de la Fundación Caja de Burgos, de los propios asociados y de otros donantes.

En los últimos meses se ha constituido una nueva junta directiva de la asociación y pretenden dar el impulso definitivo para levantar la iglesia, para lo que se contará con una empresa especializada en la reconstrucción en piedra. De este modo, como explica Avendaño, se seguirá el proyecto que ha elaborado Pedro del Barrio. Y aunque quedará trabajo por delante, parece que van por muy buen camino.

Un nuevo uso. Una vez que se completen las dos fases de la reconstrucción, que concluirán con la colocación de la cubierta, se pretende que San Martín cuente con un uso completamente diferente al que tenía históricamente. «Queremos que se destine para acoger actividades culturales», manifiesta Avendaño, que deja claro que con la iglesia de Santa María que poseen en el municipio -y que está en buenas condiciones- ya tienen cubierto lo relacionado con el tema religioso.

El templo de San Martín es de estilo románico y data del siglo XII, con una construcción inicial de una sola nave y ábside semicircular. En el siglo XVI se amplió a tres naves, quedando solo del edificio original la capilla mayor y la torre. Su mal estado hizo que en 2008 se incluyera en la Lista Roja de Hispania Nostra. «En el pueblo había como dos barrios y se ve que hicieron dos iglesias», afirma Avendaño, que reconoce que la mayoría vivía alrededor de Santa María.