Telefónica zanja el despliegue de la fibra óptica por Burgos

D. ALMENDRES / Burgos
-

La principal operadora del país está a la espera de los últimos permisos para actuar en la Barriada Inmaculada. Esta actuación concluirá los trabajos iniciados en 2021. La retirada de las cabinas se retrasa a julio

El despliegue de la fibra alcanza a todos los barrios de la capital. - Foto: Valdivielso

Se tomó el camino más largo e incómodo.Tampoco se adoptó la solución perfecta, pero la fibra por fin ha llegado a todos los barrios de la capital después de un eterno proceso que Telefónica da por zanjado con una satisfacción pírrica tras más de año y medio de trabajos.

Por momentos, la cuestión supuso un verdadero quebradero de cabeza para el Ayuntamiento, la empresa y, sobre todo, para los usuarios que demandaban desde hacía años este servicio.La cuestión técnica sobre la necesidad o no de realizar cambios normativos para permitir el desarrollo de esta iniciativa llevó al límite la situación hasta su desbloqueo definitivo en la primavera de 2021. 

Costó un mundo poner en marcha el despliegue de la fibra por los barrios de la ciudad que estaban pendientes de acceder a esta tecnología -sobre todo en el caso del CentroHistórico- y, sorteados los problemas encontrados en el camino, la campaña llega a su fin sin haber ejecutado la mitad del trabajo previsto. La negativa de algunas comunidades y la intervención previa de otras compañías sin contar con los permisos municipales ralentizaron el desarrollo del proyecto e impidieron su completa ejecución. 

Telefónica da por concluidos los trabajos, a la espera de cerrar algún caso particular. La multinacional solo tiene pendiente las 900 unidades proyectadas en la Barriada Inmaculada a la espera de recibir los permisos pertinentes para comenzar la última fase de la instalación aún pendiente.

Zanjada la cuestión relacionada con la instalación de la fibra, Telefónica aún debe resolver de una vez por todas la retirada de las antiguas cabinas de teléfonos a través de la empresa contratada para realizar estos trabajos en los distintos puntos de la geografía española.

Circet, adjudicataria encargada del desmontaje y retirada de estas estructuras, ha retrasado hasta el mes de julio unos trabajos que han sufrido diferentes imprevistos a lo largo del tiempo.

Primero, la tramitación de la solicitud de licencia llevó más tiempo del esperado. Después, estaba previsto que las máquinas iniciaran su tarea a lo largo del primer trimestre del año, pero posteriormente se marcó el mes de mayo. Ahora, julio marca el nuevo horizonte para retirar las viejas cabinas de la capital, salvo las cinco que la AsociaciónZona G rescatará en Gamonal para dar un nuevo uso cultural a las estructuras.