Tenemos la costumbre de comentar aquellas noticias que nunca nos hubiera gustado dar: accidentes, incendios, asesinatos..., pero pocas veces nos abrimos con esas otras que consiguen ponernos los pelos de punta en pleno directo cuando, entre tanta tristeza, aparece algo que por fin nos hace sonreír. Y esta era una de ellas. La que más tiempo llevamos esperando, la que ansía cubrir cualquier profesional de la ciudad, la espinita que se me quedó clavada por no llegar a darla en La 8 Burgos.

Llevamos años esperando, escuchando incontables excusas, primero azules y después rojas, ilusiones y decepciones y qué pena que después de tanto tiempo la llegada del AVE a Burgos vaya a ser tan agridulce.

Confieso que nunca pensé en utilizarlo de manera habitual. «Espera a ver cuánto cuesta» respondía a todos los que me decían que iba a poder ir y venir, cada semana, de Madrid en poco más de una hora y media. Pues 48,50 euros el billete más barato si queremos viajar con alta velocidad, 32,30 si nos conformamos con hacerlo en un tren Alvia. Multipliquémoslo por dos viajes a la semana, por cuatro semanas al mes. La mitad nos costaría, eso sí, entre septiembre y diciembre con el descuento del Gobierno.

Pero tengo que confesar también que el precio no era la única pega que veía a la noticia y es que mira dónde está Rosa Manzano, ahí, al lado de nada, sin un café para despertar antes de viajar. Muchos agris y pocos dulces que bien merecen un chiste. Ahí va: para unir Madrid y Burgos, el AVE pasará (y parará) por Valladolid.

Pero quedémonos con la buena noticia: parará, por fin, en nuestra ciudad. Cuesta creerlo después de tanto tiempo, pero parece que esta vez va a ser verdad.