Sabían que el día, el mal día climatológicamente hablando para viajar, les podía deparar alguna sorpresa en forma de paisajes espectaculares. Y también, quizá, de algún retraso por culpa de la nieve y del hielo. Pero lo que no sospechaban era que un sencillo viaje a Madrid con origen en Bilbao, San Sebastián y Vitoria iba a convertirse en una pesadilla. Y es que, además de no poder acudir a donde cada uno se dirigía en el tiempo previsto, en un tren parado, muy parado, los minutos tienen más de sesenta segundos.Esta desagradable experiencia sufrieron ayer y esta madrugada más de 200 viajeros de Renfe que se movían en cuatro trenes diferentes entre el País Vasco y Madrid y viceversa.