Los accidentes con animales en la Ribera siguen disparados

L.N. / Aranda
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La Nacional 122 es la carretera que más siniestros acumula en la comarca burgalesa, con 102, según los datos de la DGT, seguida por la BU-910, con 99. El jefe provincial de Tráfico muestra su preocupación por un problema que va a más

Imagen de un accidente de tráfico con un corzo que tuvo lugar a las afueras de Aranda de Duero. - Foto: Christian Castrillo

No hay tregua. Los accidentes de tráfico provocados por la fauna salvaje en las carreteras de la Ribera del Duero ya rondan los 700 en todo 2022 y lo que va de 2023. Según los datos de la Dirección General de Tráfico, el año pasado se registraron 609 siniestros en la comarca, a los que se suman 81 más que se han producido este año. 

La vía que más percances acumula por choques con corzos o jabalíes es la Nacional 122, que en la provincia de Burgos atraviesa Fresnillo de las Dueñas, Aranda de Duero donde enlaza con la N-1, Castrillo de la Vega, la variante sin desdoblar de Fuentecén, Fuentelisendo y Nava de Roa. En esta carretera se contabilizaron 91 siniestros viales con daños materiales en 2022 y 11 más en 2023. Le sigue la BU-910 con 85 accidentes en 2022 y otros 14 en 2023. Ahora bien, cabe matizar que esta carretera autonómica, que comunica Aranda con la N-234 en Hacinas, atraviesa diversas comarcas y no se precisa cuántos percances tuvieron lugar en la zona de la Ribera del Duero, a su paso por Sinovas, Villanueva de Gumiel, Baños de Valdearados oCaleruega, y cuántos en la parte de la sierra.  

Sucede algo similar con la BU-925, con inicio en Aranda y final en La Gallega. El grueso de sus 50 kilómetros se engloba en la Ribera del Duero, al atravesar Quemada, Zazuar, Peñaranda,Arandilla o Coruña del Conde. Aquí, corzos y jabalíes causaron 61 siniestros a lo largo del año pasado y 13 en 2023. 

En total, se registran accidentes por fauna en 56 carreteras de la Ribera del Duero. En la BU-120, entre Roa y Aranda, se han contabilizado 55 percances con daños materiales; otros 50 en la CL-619; en la BU-P-1102, hacia La Aguilera y Gumiel de Mercado, suman 42; y en la BU-130, que pasa por La Horra o Sotillo de la Ribera, se elevan a 35. Todo ello sin incluir la A-1, ya que los datos se refieren a toda la autovía sin precisar puntos kilométricos.

Aumentar la precaución. El jefe provincial de Tráfico, Raúl Galán, muestra su preocupación por un problema que «va en aumento», aunque la cifra «se está estabilizando». Según indica, estos siniestros no suelen provocar daños personales graves, pero sí materiales. «Supone un problema a nivel operativo, ya que en cada accidente, una patrulla de la Guardia Civil se traslada al lugar porque el usuario necesita un atestado para que su seguro le indemnice», detalla.

Sobre posibles soluciones, se analiza el funcionamiento de unas señales luminosas y sensores que advierten al conductor en tiempo real. Mientras tanto, el mensaje es claro: aumentar la precaución, sobre todo, al amanecer y atardecer.