Profesores del colegio Cervantes de Miranda de Ebro se ven obligados a limpiar algunas partes de las instalaciones que no están incluidas en el contrato de limpieza. La denuncia parte del portavoz del PP, Jorge Castro, que es además el representante del Ayuntamiento en el Consejo Escolar del centro, que fue el último en abrir sus puertas en Miranda, con el traslado al barrio de La Charca y su apertura en septiembre de 2013. Tal y como explica, son los docentes los que se han hecho cargo, puesto que "en su día se hizo un contrato para esta tarea lo que pasa es que el colegio no se utilizaba entero y ahora que está a pleno funcionamiento las zonas excluidas no se limpian".
Para solucionar esta situación el responsable popular destaca que hay que renovar el contrato "que está vencido" por lo que si el Ayuntamiento de Miranda avanza en la adjudicación se podría solucionar, "aunque viendo que estamos en marzo lo mejor sería hacer un contrato al margen para poder limpiar las zonas sin cubrir o incluso que vayan las limpiadoras municipales a hacerse cargo de estas partes".
Castro aclara que esta es una situación que se arrastra desde el curso pasado, aunque en un primer momento eran las propias limpiadoras las que se hacían cargo, sin que fuera una obligación. "Esta situación se ha mantenido pero la empresa se ha cansado porque ni se amplía ni se renueva el contrato por lo que han decidió ceñirse exclusivamente a lo acordado", confiesa Castro, que añade precisamente en este momento "desde la Consejería de Educación por el coronavirus han pedido más medidas de limpieza".
Por este motivo "el problema se ha agravado" y por parte del centro se explica que es una situación que se ha apuntado en numerosas ocasiones. De hecho, el contrato lleva en prórroga forzosa desde septiembre de 2017 aunque sus demandas han quedado en nada. Dentro de las zonas en las que en la actualidad se limpia de manera voluntaria hay tres clases. De estas "nos preocupan dos", aclaran en el centro, porque una de ellas es de un curso de Primaria y en la otra reciben clases de inglés varios grupos, por lo que estas se mantienen limpias a pesar de los problemas con el contrato. El hecho de ser los propios docentes los que se encarguen tampoco es la solución "porque no creemos que sea labor del profesorado venir media hora antes por la mañana para barrer y todo lo demás", se afirma en dirección, donde apunta que esto se hacía antes de que llegara el coronavirus.
Al margen de estos dos puntos, el colegio en general se resiente por el contrato actual y hay zonas comunes que tampoco están incluidas, de modo que no se repasan por parte de las limpiadoras contratadas. La comunidad educativa del Cervantes reclama una solución mientras se amplía el pliego de contratación de limpieza de los colegios, no sin antes destacar la buena "voluntad" de las limpiadoras que se han hecho cargo de este trabajo sin estar incluido en el acuerdo municipal.