El futuro extradeportivo de la Arandina pasa por una renovación en el modelo institucional. La estructura blanquiazul lleva trabajando desde hace meses la posibilidad de convertir al club en Sociedad Anónima Deportiva. En pro de la viabilidad del club y de poder ofrecer a los arandinos un proyecto sin un techo tan marcado, la directiva estudia seriamente una posibilidad que podría convertirse en realidad el próximo año.
A día de hoy, la situación económica del club no vive su peor momento teniendo en cuenta la trayectoria reciente de hace dos temporadas, pero queda bien lejos de disponer el efectivo necesario para poder asentarse en una categoría de la magnitud de la Segunda RFEF. El aumento de gastos en fichas, salarios, transportes, dietas y alojamientos, hace que a día de hoy, la Arandina necesite de un impulso todavía mayor del que ahora mismo cuenta. A pesar de contar con respaldo de instituciones y patrocinadores, la viabilidad del club exige un cambio de rumbo en el que exista una base económica que garantice estabilidad a medio y largo plazo.
La conversión de modelo supondría un paso histórico en el devenir del club. Hasta la fecha, Aranda y sus instituciones deportivas siempre habían trabajado de manera ajena al modelo de sociedad anónima, por lo que reflejaría todo un hito para la capital ribereña.
Dentro de esta transición hasta una posible conversión, una nueva figura podría sumarse a la junta directiva. El empresario y expresidente del Mérida Francisco Puertas jugará un papel fundamental, dado que su excelso conocimiento del panorama futbolístico y empresarial combinarían los dos ingredientes perfectos para fortalecer el área institucional de la Arandina.
Asimismo, la comitiva blanquiazul desplazada el pasado jueves en la reunión mantenida con el Ayuntamiento de Aranda de Duero para la organización de la Copa, ya trasladó dichas intenciones, a las que obtuvieron una respuesta positiva dentro de la cautela. Desde la Concejalía de Deportes se vio con buenos ojos el proyecto tanto por el lado deportivo como el económico, aunque de momento se mantienen a la espera de recibir detalles para formar una opinión firme. No obstante, la Sociedad Anónima Deportiva provocaría un cambio de ordenanza totalmente radical, dado que la institución dejaría de formar parte de los socios como tal.
Antes de confirmar cualquier decisión, la Arandina convocará una asamblea en la que se pondrá a votación la reconversión. De hecho, la posibilidad de la S.A.D. ya fue tanteada en las dos reuniones mantenidas durante la temporada pasada. En ambas se llegó a la conclusión de posponer dicho paso, pero con la condición de no perderlo de vista en un futuro próximo dada la delicada economía del club.
De cualquier manera, este nuevo horizonte no comenzará a ver sus primeros pasos hasta 2024, coincidiendo con año olímpico, y por ende, con fechas de elecciones en todos los clubes deportivos. Hasta el momento no se ha pronunciado de manera pública la actual directiva sobre su intención de continuar o no, pero sí se ha asegurado que permanecerán ligados al club sea desde un rol u otro.