La OTAN se defiende en Burgos

FERNÁN LABAJO
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El Regimiento de Artillería de Campaña 11 desarrolla en la base de Castrillo del Val el mismo adiestramiento que llevó a cabo en Letonia cuando se cumple un año de su despliegue

El Regimiento de Artillería de Campaña 11 replica en su base de Castrillo el entrenamiento que desplegó en Letonia como parte del operativo de la Alianza frente a la invasión de Ucrania. - Foto: Jesús J. Matías

Cuando las tropas rusas comenzaron la invasión de Ucrania a finales de febrero del año pasado, la OTAN decidió reforzar su presencia en puntos estratégicos. El Ministerio de Defensa encomendó a una batería Regimiento de Artillería de Campaña 11, con sede en Castrillo del Val, participar en la llamada Operación de Presencia Avanzada Reforzada (enhanded Forward Presence) en la base de Adazi, en Letonia. En apenas tres días, un tiempo récord dadas las circunstancias, 92 militares tuvieron que despedirse de sus familias y fueron destinados al este de Europa, donde se integraron en un batallón multinacional coordinado por Canadá y donde llevaron a cabo diferentes ejercicios con fuego real. Maniobras que, a grandes rasgos, llevan a cabo también en Burgos. 

Llegamos en un Santana Aníbal al campo de maniobras de Matagrande, donde efectivos del RACA 11, dependiente del Mando de Artillería de Campaña, han recreado un entorno simulado en el que desarrollan labores de defensa ante un enemigo invasor. Un ejercicio, explica el capitán Navarro, «de alta intensidad», en el que participan alrededor de 120 personas (tres baterías de armas, la plana y la de servicios). A medida que se van cumpliendo una serie de objetivos se van sumando capacidades. 

Toda la maniobra gira en torno a la táctica. «Intentamos reproducir que el enemigo tiene medios de artillería para atacarnos. Nosotros tenemos que ser capaces de realizar acciones de fuego y ocupar rápidamente otro lugar», señala Navarro. La clave, añade el capitán Luis Ventas, «es la rapidez y la eficacia». En cuestión de segundos, tres piezas y un FDC (centro de dirección de fuegos que da las órdenes de disparo) se despliegan en un terreno de cerca de 100 metros cuadrados. 

Los efectivos reciben la información del centro de dirección de fuegos.Los efectivos reciben la información del centro de dirección de fuegos. - Foto: Jesús J. Matías

La soldado Cantero pilota una de ellas. «Mi función principal es conducir, pero tengo que estar preparada para cualquier otra labor de la pieza. En este caso, colocar la referencia», comenta. De noche, desarrolla, «todo se complica. Hay que saber elegir los caminos casi por intuición». Su condición de multiusos, comentan sus compañeros de batería, es algo que caracteriza a los artilleros españoles. «En otros países, cada militar tiene definida su función y de ahí no se mueve. Nosotros no, por eso estamos en constante formación». 

Una formación bajo la doctrina de la OTAN y que pudieron desarrollar de manera exitosa el pasado año en Letonia (...).

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