La Arboleda, el pequeño espacio natural que se encuentra en el margen derecho del río Ebro a su paso por Miranda, se alza como un lugar tranquilo, que habitualmente acoge a deportivas aficionados y personas mayores paseando. Sin embargo, en los últimos meses ha habido un repunte del botellón. Y no solo eso, dado que también se ha registrado una agresión. Concretamente, un menor de edad causó una lesión a otro joven utilizando una navaja. Estos hechos, según la Policía Nacional, tuvieron lugar a última hora del pasado viernes, 28 de abril.

Precisamente, desde el Cuerpo informan de que el agresor pasó con cierta celeridad a disposición judicial y, poco después, se decretaron las pertinentes medidas legales. Entre ellas, en la Policía Nacional explican que se le impuso el ingreso en un centro de protección situado en Villatoro (Burgos), llamado La Senda.

Se trata de un centro de menores para los adolescentes de entre 14 y 18 años, cuyo objetivo pasa por «prestar protección y atención especializada de forma temporal» y que está «financiado» por la Junta de Castilla y León, según figura en la propia web de estas instalaciones.

En cualquier caso, no ha trascendido la gravedad de las lesiones que provocó. De hecho, ni tan siquiera el Servicio de Emergencias de Castilla y León cuenta con ningún registro de avisos sobre apuñalamientos o heridos por arma blanca entre el viernes en el que ocurrieron los hechos y el domingo, 30 de abril.

Un puente ajetreado. La agresión con una navaja en la Arboleda no fue el único suceso del puente. Por ejemplo, el propio viernes al mediodía la Policía Nacional atendió a una mujer que estaba sufriendo acoso por parte de sus ex suegros. Además, ese mismo día por la tarde investigaron a un grupo de jóvenes que portaba un «cuchillo de grandes dimensiones» en pleno centro y, ya durante la noche, los agentes intervinieron en una trifulca que tuvo lugar en un bar de la calle Sorribas, donde una ciudadana acusaba a dos personas de haberla agredido.

El sábado tampoco resultó tranquilo, pues la Policía Local recibió un aviso de una pelea en la calle Ramón y Cajal. El reloj marcaba las 6:30 horas cuando, supuestamente, dos decenas de jóvenes se habían enzarzado con violencia. Sin embargo, al llegar, los agentes municipales y nacionales no vieron nada.